Las claves de la incorporación de Arthur

Joaquim Piera

Joaquim Piera

Arthur nunca dudó del Barça, ni cuando intoxicaciones malintencionadas apuntaron que la secretaría técnica no ejecutaría la opción de compra alcanzada en marzo con el Gremio por su estatura y su complejidad física.

Desde que Robert Fernández se puso en contacto con su entorno familiar y profesional en el otoño de 2017, y supo que el interés blaugrana era firme, bloqueó todas las ofertas europeas que le llegaron. Puso todo de su parte para alcanzar un acuerdo, incluso rebajando sus pretensiones salariales. El volante sabe que el juego que hizo al Barça campeón de todo se encaja como anillo al dedo y que no encontraría, en Europa, cualquier otro escenario tan favorable a sus intereses como es el Camp Nou.

Pensando en el peaje de su adaptación que todo jugador que se incorpora desde Sudamérica tiene que pagar, Arthur intentó crear el mejor escenario posible. Y este, evidentemente, pasaba por aterrizar en la capital catalana en verano. De esta manera, podría realizar íntegramente toda la pretemporada, teniendo ya contacto con el solfeo blaugrana que necesitará memorizar. 

Cuando, desde Barcelona, Pep Segura le manifestó la posibilidad de anticipar su llegada seis meses, Arthur se puso manos a la obra. Habló con Renato Portaluppi, un técnico fundamental en su carrera, y le expresó su voluntad de irse ahora. El Gremio ya se lo esperaba. Este movimiento allanó el terreno a André Cury, cuando el ejecutivo blaugrana para Sudamérica, se sentó a negociar esta semana con el presidente y el CEO del Gremio.

La experiencia de Yerry Mina, incorporado en enero por la salida inesperada de Javier Mascherano, estaba en el subconsciente del volante brasileño, y también en la de los integrantes de la renovada secretaría técnica. El gigante colombiano, que procedía del Palmeiras, ha tenido muy pocas opciones de jugar con Valverde, lo que le ha costado, incluso, acabar perdiendo la titularidad con Colombia en el Mundial de Rusia.

En enero, hay la disputa de la Copa del Rey, lo que priva a las nuevas incorporaciones poder realizar semanas limpias de entrenamiento. Hasta a Philippe Coutinho, que procedía de la Premier y conocía a la perfección los movimientos de Luis Suárez, le costó  interiorizar el juego que se crean en torno a Leo Messi.

Arthur piensa en blaugrana, pero no se le escapa que en junio de 2019 hay Copa América, precisamente en Brasil. Al margen de lo que acabe ocurriendo ahora en el Mundial, la Canarinha presentará una formación renovada. El timonero del Gremio no fue por poco a Rusia, por lo que tiene opciones factibles de integrarse en la Seleçao.  

El lunes, Arthur tiene programado ejercitarse de nuevo, después que toda la plantilla del Gremio haya contado con diez días de descanso. Eso sí, no volverá a ponerse la camiseta 29, ya sea en partido oficial o en el amistoso programado el 8 de julio contra el Corinthians, en el Arena Pantanal, en Cuiabá. 

En este 2018, Arthur no ha jugado todo lo que hubiera deseado por la recuperación de la lesión en el tobillo, que se produjo en la final de la Libertadores, y por una ruptura muscular que lo dejó tres semanas KO. Por tanto, no necesita descanso. Además, quiere presentarse el próximo 11 de julio en el Barça en un estado óptimo para empezar la pretemporada a tope, donde no estarán los internacionales que disputan el Mundial de Rusia.