¿Por qué no juega más Pablo Torre? El diagnóstico de Míchel coincide con el de Xavi

Pablo Torre es el cuarto jugador con menos minutos (115′) del Girona. Es pronto pero los números subrayan una verdad incómoda para el futbolista: tampoco en el Girona está compitiendo para entgrar en el once. La situación sigue provocando perplejidad porque Pablo Torre es de esos jugadores que entran por los ojos.

Xavi ya tiene a su ‘Pablo Torre’

Nadie discute su talento pero hay muchos dudas entre los técnicos sobre la consistencia de su juego. La pregunta ahora mismo es por qué no juega más en el Girona. Y no hay una respuesta simple, pero sí varios motivos. El más rotundo es que los compañeros con los que compite están rindiendo a un gran nivel.

El sistema en teoría debería jugar a favor de Pablo Torre, un escenario que le permite jugar de mediapunta o en la banda con un doble pivote que le protege la espalda. Pero los titulares lo están haciendo tan bien que resulta muy complicado entrar en el equipo. Míchel ha preferido otras opciones como Iván Martín y Yangel Herrera para la mediapunta y no termina de verlo para jugar en las bandas, aunque sea de falso extremo.

La temporada pasada Xavi ya dejó entrever que el problema de Pablo Torre era más su aportación sin balón. El de Terrassa insistía que lo veía más de mediapunta que de interior. "Es más un mediapunta, no tan centrocampista como Pedri, Gavi, Frenkie o Kessie. Marca la diferencia cerca del área".

El diagnóstico, según el programa de 'Tot Costa' de Catalunya Ràdio, de Xavi y Míchel sobre el jugador es parecido. Le falta experiencia y le cuesta tener continuidad en la élite. Los técnicos creen que todavía tiene que mejorar su trabajo defensivo y ser más consistente con el balón. También en situaciones donde arriesga demasiado y compromete al equipo con sus pérdidas.

A pesar de esto, también hay consenso con su potencial: es uno de los jugadores con mejor golpeo de LaLiga y tiene un talento natural para el último pase. Durante su primera temporada en el Barça también sorprendió a los técnicos sus reticiencias a jugar con el filial. Su explosión en el Racing, donde siendo muy joven se convirtió en la estrella del equipo, y un entorno poco crítico con él, también le estarían jugando en contra segñun estas informaciones.

De momento, tanto en Girona como en Barcelona, se insiste con el diagnóstico: hace falta paciencia con el futbolista. Todavía tiene 20 años, muchas cosas por pulir y margen de mejora.