De Jong se hundió tras su expulsión ante el Espanyol

Pocos jugadores se toman tan a pecho su profesión de futbolista como Frenkie de Jong. Su perfeccionismo ha llamado la atención a técnicos y compañeros y fue consciente que en el derbi ante el Espanyol había fallado.

Perdió una pelota en zona de peligro y agarró, casi de forma instintiva, a un rival con una tarjeta amarilla ya en su mochila. El futbolista supo al instante que iba a ser expulsado y sus propios compañeros le animaron sobre el césped. Tras el partido, De Jong se hundió al sentirse responsable de ese empate en Cornellà. Sabía que su primera expulsión en su carrera pudo ser decisiva para el equipo.

De Jong estaba hundido en los vestuarios del estadio del Espanyol y recibió el cariño y el apoyo tanto de sus compañeros como del cuerpo técnico a pesar de que se trató de un lance del juego y le pudo pasar a cualquiera. Pero el holandés intenta preparar sus actuaciones al detalle y entendía que no habìa estado a la altura en ese encuentro de máxima rivalidad y alto voltaje.

Se sentía responsable y así lo expresó, aunque todos tienen claro que se trata de un futbolista de calidad excepcional y un muy buen compañero de vestuario, que se ha adaptado a la perfección tanto al Barça como a la ciudad de Barcelona.

De Jong sorprendió por su calidad técnica ya en los primeros entrenamientos como futbolista blaugrana. Los técnicos se quedaron alucinados con su toque de balón, ya que mueve la pelota a un nivel que solo alcanzan los elegidos. Además, es un futbolista que disfruta con la conducción de balón y destaca por su análisis y frialdad en la toma de decisiones dentro de los partidos.

Hasta el derbi, nunca había tenido un fallo importante sobre el césped y, de hecho, es el futbolista, junto a Busquets, con más porcentaje de precisión en los pases. No suele arriesgar, aunque la presión en zona de peligro le hizo vacilar en feudo blanquiazul y así acabó expulsado.

De Jong tiene una relación especial con los analistas del cuerpo técnico blaugrana ya que suele pedir mucha información tanto antes como después de los partidos. Le gusta estar informado del rival y, sobre todo, le encanta analizar sus actuaciones una vez ha acabado el encuentro. Mira muchos vídeos y nunca acaba satisfecho de sus actuaciones a pesar de que ha cuajado muy buenos partidos. Ya era así en el Ajax y, en el Barça, ha seguido con este alto nivel de exigencia.

Ernesto Valverde reconoció que la expulsión de De Jong fue un inconveniente y que el equipo sufrió ante el Espanyol en los últimos minutos con uno menos hasta ceder el empate. El primero que lo sabía era De Jong y, por ello, se responsabilizó. Los técnicos no tienen duda de que se ha tratado de un accidente y tienen claro que De Jong será un futbolista que marcará una época en el Barça.

El holandés ha pasado página aunque, sin duda, no olvidará su primera expulsión como profesional. Juega en zona de riesgo y casi todo lo hace bien, aunque seguirá mejorando. Esa es su auténtica obsesión.