La inminente vuelta de Dembélé abre un nuevo escenario

Registros parecidos y un ‘dilema’ (bendito problema, por otro lado) el que se le viene encima a Xavi Hernández.

Raphinha ha aprovechado la ausencia de Ousmane Dembélé para ganar en protagonismo y en ascendencia dentro del ecosistema del Barça. El brasileño pasó por una dinámica bastante negativa antes y durante la Copa del Mundo. Algo falto de confianza y enlazando bastantes suplencias. 

La lesión de Dembélé ante el Girona a finales de enero abrió una rendija de luz (aunque suene algo ‘carroñero’, sí) para el extremo de Porto Alegre. Reclamaba continuidad y fe por parte de Xavi y le caían un buen puñado de semanas en las que estaba obligado a dar un paso al frente. Echando un vistazo a sus números durante esta ausencia del de Évreaux, sin duda a nivel de tangibles lo ha aprovechado. Cuatro goles y dos asistencias en nueve partidos.

El gaúcho ha sido titular en todos ellos menos en dos, contra el Cádiz y el Almería. Es cierto que esos números quizás chocan un poco con las sensaciones. Sí ha tenido buenas actuaciones, como por ejemplo unos minutos magníficos ante el Manchester United en la ida de la eliminatoria de Europa League en el Camp Nou. Pero, al mismo tiempo, sigue sin encontrar ese punto de desequilibrio y de desborde que quizás le habíamos visto más en Leeds. 

Es evidente que Dembélé y Raphinha son perfiles de extremo distintos. Raphael es más disciplinado, más ‘académico’ por así decirlo. Tiene el chip de sacrificio y de defender totalmente activado y eso Xavi lo valora mucho. Lee bien el juego. Por su lado, Ousmane es mucho más impredecible y tiene esa salida por ambos lados tan peligrosa para las defensas rivales. Suele acumular más pérdidas de balón porque tiene una personalidad abrumadora, nunca rehuye el uno contra uno, aunque ese día no le estén saliendo las cosas.  

LA VUELTA

El regreso de Dembélé está cerca. No será en San Mamés el próximo domingo, choque para el que está totalmente descartado. Y veremos de cara al clásico del 19-M. Dependerá de sensaciones, suyas y de los servicios médicos. Y ahí tendrá otra vez el dilema Xavi sobre a quién alinear. Es evidente que el galo necesitará una adaptación para coger el ritmo competitivo.

Pero la debilidad que siente el técnico de Terrassa por él es manifiesta y si no hay riesgo no tardará en echar mano a la que pueda. También volverá Lewandowski. Con el dibujo con cuatro centrocampistas consolidado, será complicado que coincidan Raphinha y Dembélé. Bendito problema.