Gavi: contra el ruido, fútbol

Elche - FC Barcelona | El regate de Gavi

Gavi sacó a relucir su calidad en Elche: así regateó en el centro del campo y se marchó de sus rivales / LALIGA

Xavi Torres

Xavi Torres

Se llama Pablo Páez y con apenas 18 años ocupa involuntariamente el centro del debate futbolístico español. Su fútbol total, intenso y talentoso a la vez ha provocado admiración entre la mayoría y una sorprendente animadversión de unos pocos dispuestos, eso sí, a hacer tanto ruido como haga falta. Será necesario que Gavi actúe con inteligencia para no caer en la trampa.

Fake news

Seguramente lo que está sucediendo con el futbolista sevillano tiene mucho que ver con los tiempos de modernidad que nos ocupan en los que un ‘like’ a un titular en las redes sociales tiene más importancia que el rigor de una información bien contrastada. Sucede aquello tan viejo que nos decían con ironía nuestros maestros periodistas cuando leían historias para no dormir: “Que la verdad no te estropee una gran noticia”.

Y en éstas estamos, dándole vueltas a Gavi, a su dorsal 30 o al 6, a su no alineación indebida del sábado, a sus asuntos de firmas a los aficionados de la selección española y a sus actuaciones sobre el césped, criticadas con exageración por muchos de aquellos que gozaban apasionadamente con el fútbol de jugadores con perfiles mucho más chusqueros. Completen ustedes la frase con los nombres que   consideren.

Gavi no es violento, aunque hay quien ha situado su intensidad en un terreno peligroso que invita a pensar que cada una de sus acciones sin balón merece una tarjeta amarilla. Como algunos colegiados están comprando el relato -ya lleva seis en la Liga- será necesario que Gavi controle su ímpetu para impedir que acciones tan dudosas como la que protagonizó el sábado en un salto con Gumbau no acaben en amonestación. A Del Cerro Grande en Elche, como a otros tantos en el resto de los estadios de la Liga, les es más sencillo sacar la tarjeta que lidiar con el respetable, siempre atento para echar una mano a su equipo.

El asunto Ceballos

El nuevo capítulo para tratar de manchar al futbolista ha tenido a Dani Ceballos como protagonista. Más madera para los asuntos que tienen que ver con el poderoso altavoz del Real Madrid. Visto lo visto, parece tan reprobable un estirón de pelo con nocturnidad y alevosía que un empujón en mediocampo sin el balón a distancia de ser jugado. Mal uno y mal, el otro. Sin embargo, no parece que por determinados lares se haya hecho esta lectura...

Y como segunda parte, la selección española. El perfume azulgrana en los últimos tiempos de Luis Enrique ha provocado en algunos sectores la necesidad de teñir de blanco el nuevo proyecto de Luis de la Fuente.

En su primera convocatoria, Carvajal, Nacho y Ceballos fueron los representantes madridistas mientras que Gavi y Balde, los azulgranas. En la lucha por una demarcación en el centro del campo, se observa que el nuevo debate enfrenta a Ceballos con Gavi.

¡Qué tiempos aquellos en los que Vicente del Bosque debía aplicar sentido común a los ataques de los de siempre contra Sergio Busquets para promocionar a Xabi Alonso! El entonces seleccionador, además de declararse fan del mediocentro del Barça, decidió jugar con los dos. Fue campeón de Europa y del mundo. No hay más preguntas, señoría. O quizás, sí. El tiempo dirá, aunque no parece muy inteligente ejercer de vidente en un mundo tan variable como el fútbol y de un proyecto tan poco maduro como el del nuevo seleccionador español. Lo que es sencillo de afirmar es que atizar a uno para elevar al otro -con o sin intereses personales- es miserable.

Futbolista excepcional

Mientras tanto, Gavi sigue a lo suyo, es decir, jugando muy bien al fútbol. Y lo que es más destacable, haciéndolo de manera excelente en su posición natural como interior o como cuarto medio, iniciando como falso extremo. Su capacidad para adaptarse tiene que ver con una apropiada lectura del juego, una virtud poco valorada en el futbolista de Los Palacios. Y, si nos lo permiten, nos quedamos aquí reflexionando sobre la           cuestión.

La irrupción de Gavi sorprendió porque no es habitual ver salir de la refinada cantera azulgrana jugadores con sus características. Acostumbrados a perfiles como los de Xavi o Iniesta, o incluso Cesc o Thiago, Gavi ha roto moldes por su intensidad, utilizado tanto como primera pieza de la presión como de maratoniano de transiciones de área a área. Su entrega es encomiable, gana duelos y traslada su pasión a los compañeros y aficionados. Su actitud es ejemplar. Su lucha de aquellos dos balones rasos jugados con la cabeza en San Mamés ya han pasado a la historia de la honestidad en el deporte rey.

Sin embargo, se olvida a menudo que Gavi es un eslabón más de la prolífica cadena de centrocampistas educados en el lenguaje Barça en lo que se refiere al juego de posición y en el arte de la posesión con sentido, es decir, magnífico en el juego entre líneas -excelentes recepciones giradas- y ambicioso en la verticalidad del juego -siempre trata de jugar hacia delante: el sábado, en Elche, generó cuatro ocasiones y una asistencia de gol-. Ningún otro medio ataca los espacios como él -del sábado pasado, observen las jugadas de los minutos 14, 17 y 26-, ya sea para tratar de recibir como para exhibir su generosidad para generar espacios para Lewandowski y el resto de delanteros. Además, es responsable con el balón y se asocia bien -más allà del juego, once asistencias en una temporada y media-. Para poner un pero, si nos lo permiten, solamente echamos en falta algún gol más -dos el año          pasado; dos, éste, en todas las competiciones-.

18 años

Y todo esto, con 18 años recién cumplidos. ¡18, por favor! ¡Y 85 partidos en el primer equipo del FC Barcelona! ¿Que debe mejorar en algunos aspectos del juego? ¡Por supuesto! ¿Conoce usted a alguien en cualquier ámbito de la vida que con esa edad lo sepa todo? Pues, eso. Sin embargo, Gavi apunta hacia una carrera futbolística extraordinaria mostrando a muchos jugadores de la cantera, quizás, una nueva manera de afrontar el difícil trayecto hacia el Camp Nou. Gavi es trabajo y es talento. Trabajo y talento.

Toca Copa ante el Real Madrid y el Barça, como ya sucedió en la ida, tiene muchas bajas. No estarán Christensen ni Pedri ni Dembélé y tampoco podrá jugar De Jong. Pero sí estará Gavi, dispuesto una vez más a exhibir su fútbol total y a recibir el aplauso de una afición que se siente extraordinariamente representada por este futbolista precoz que no por su fútbol sino por los intereses que se crean alrededor del mismo salió exageradamente silbado del campo del Elche cuando fue sustituido.

Un último apunte, si me permiten, sin ánimo de convencer a nadie: quizás sería una buena idea dejar de manchar por manchar y empezar a disfrutar del fútbol de Gavi.

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