Examen en Anoeta

Después del empate ante el Rayo Vallecano, el Barça visita a la Real Sociedad para adivinar su nivel competitivo e ilusionar con una puesta en escena convincente

El proyecto 2.0 de Xavi Hernández busca el primer triunfo en un escenario exigente

Los jugadores del FC Barcelona, después del empate contra el Rayo Vallecano

Los jugadores del FC Barcelona, después del empate contra el Rayo Vallecano / David Ramírez

Jordi Carné

Jordi Carné

Nada mejor que una visita a uno de los coliseos más arduos de la categoría, al templo de un equipo de autor con las ideas muy claras y jugadores de excepcional calidad, para calibrar el nivel competitivo del proyecto 2.0 de Xavi Hernández. Tras un verano repleto de fichajes ilusionantes que han ayudado al barcelonismo a olvidar las recientes épocas de penurias deportivas y económicas dolorosamente sufridas, el conjunto culé se someterá este domingo a un examen de competitividad en Anoeta, conocido desde hace unos años, por motivos comerciales, como Reale Arena. Toca demostrar sobre el ‘verde’ que la reconstrucción progresa adecuadamente. No será fácil. Nadie dijo que lo sería.

El Barça necesita un golpe de efecto en San Sebastián. Después del bajón anímico colectivo que supuso el empate ante el Rayo Vallecano en la jornada inaugural de la Liga, el envite frente a la Real Sociedad se presenta como una prueba de fuego para el equipo blaugrana; es una oportunidad magnífica de dar un golpe sobre la mesa, pero también un encuentro extremadamente exigente a alturas embrionarias de la temporada. Y sin Sergio Busquets, sancionado. Inoportuna baja para un compromiso en el que tocará ‘bailar’ con Martín Zubimendi, David Silva, Mikel Merino, Brais Méndez y compañía en la medular.

Aislarse de los rumores

Tampoco ayudará todo el ‘ruido’ que está acompañando a los azulgranas –y a la gran mayoría de equipos españoles y europeos, para ser honestos– en este inicio de curso con el mercado de fichajes abierto. Todos los entrenadores se quejan año tras año, pero nadie les escucha. “Preparas un partido con unos futbolistas y, al final de la semana, un jugador es traspasado y cambia todo”, expuso ayer Xavi.

En el caso del Barça, las más que posibles salidas (aunque de momento encalladas) de Memphis Depay y Pierre-Emerick Aubameyang y los consecuentes problemas con la inscripción de Jules Koundé han marcado la lista y, evidentemente, condicionarán la alineación. Hasta el final del mes de agosto, no quedará otra que convivir con la incertidumbre. Aún quedan muchas carpetas por cerrar para confeccionar la plantilla definitiva.

El fin de la maldición

Durante mucho tiempo se habló del gafe Anoeta. Los culés encadenaron diez años consecutivos, desde 2007 hasta 2017, sin ganar en el estadio de la Real Sociedad. Y encajaron algunas derrotas muy sonadas, con la del conflicto entre Luis Enrique y Leo Messi como la más recordada. Cuando Neymar, con un gol de penalti, puso fin a la mala racha en el duelo de ida de los cuartos de final de la Copa del Rey 2016/17, el Barça convirtió la maldición en una suerte de ‘idilio’.

El bagaje en tierras donostiarras en las últimas campañas es de cinco victorias y un empate en seis compromisos. En este periodo, el resultado global es de 6-16. La temporada pasada, los de Xavi tuvieron que sufrir para llevarse los tres puntos (0-1). El gol del triunfo lo anotó ‘Auba’, que en cuestión de meses ha pasado de ser el referente ofensivo del equipo a estar en la rampa de salida. El fútbol, nunca hay que olvidarlo, es efímero.