Dzeko, la gran amenaza romana de Sarajevo

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

Protagonista de la gran gesta del Wolfsburgo de la temporada 2008/2009, Edin Dzeko ha marcado goles allá donde se han requerido sus servicios. En Alemania vivió su primera gran ‘explosión’ como jugador formando una dupla mortífera con Grafité (28 goles el brasileño y 26 el balcánico en Liga) que le permitió al equipo de la Volkswagen levantar la primera y, hasta ahora, única Bundesliga de su historia.

Esa eclosión (el cuadro teutón lo firmó por cuatro millones de euros procedente del Teplice checo) le valió el 7 de enero de 2011 para rubricar el gran contrato de su vida. El Manchester City pagaba por el bosnio al Wolfsburgo la friolera de 30 millones de euros, una auténtica barbaridad por aquel entonces y tratándose, además, de un mercado de invierno.

Su mejor temporada, con Pellegrini

No tuvo un debut soñado en Inglaterra Edin, que fue capaz de marcar solo dos goles en 15 participaciones de la Premier en su primera mitad de temporada como ‘citizen’. Mucho mejor le fueron las cosas en la campaña 2011/2012, en la que anotó 19 goles y nueve asistencias en 43 participaciones, logrando ser una pieza importante para Roberto Mancini. 15 goles en la 2012/2013 antes de vivir su mejor campaña como futbolista ‘sky blue’, la 2013/2014. 26 goles y 16 asistencias, esta vez bajo el mando del ‘Ingeniero’ Manuel Pellegrini. Curiosamente, en la siguiente perdería la confianza del chileno y viviría sus peores meses con el cuadro de Manchester (seis goles en 32 participaciones). Por ello, en verano de 2015 decidió aceptar la oferta de la Roma, que pagó por él 11 millones tras tenerlo un año como cedido. Acumula el bosnio 51 goles y 19 asistencias en la Serie A y es todo un referente ya para los ‘tiffosi’ romanistas.

Gol y zancada potente

No es un ‘9’ al uso. Muchos podrían pensar que Dzeko, por su altura y fisonomía (1,92 m) es solamente un delantero referencia para jugar de cara, rematar de primeras y poco más, pero lo cierto es que es muy completo. Sus cifras en cuanto a asistencias (suele acabar las temporadas con alrededor de 10 en el saco) y todo el juego que genera son el mejor ejemplo para darse cuenta que puede, incluso, posicionarse por detrás de un nueve fijo y complementarse perfectamente con él. De todas formas, Di Francesco lo alineará con jugadores de perfil distinto y probablemente será una isla arriba ante un planteamiento eminentemente defensivo de la Roma (aunque, evidentemente, está por ver sobre el papel). Probablemente jugará flanqueado por Perotti y en el otro costado El Shaarawy o Gerson. Ojo con él.