Dembélé, a una semana de irse al paro

Ousmane Dembélé continúa sin renovar ni firmar con ningún otro equipo cuando su contrato acaba el 30 de junio

El FC Barcelona no variará su última oferta para continuar, mientras Chelsea y PSG no dan el paso para ficharle

¿Será este el último gol de Dembélé con el FC Barcelona? Al francés no se le vio muy feliz...

El gol de Dembélé que abrió el marcador ante el All Star de Australia / FCB

Jordi Gil

Jordi Gil

Ousmane Dembélé está escribiendo uno de los capítulos más curiosos de los últimos tiempos en el mundo del fútbol. El jugador francés está a apenas una semana de acabar su contrato y todavía no sabe dónde recalará la próxima temporada. De no surgir un movimiento de última hora, Dembélé pasará a estar en el paro a partir del próximo viernes 1 de julio.

El delantero no ha respondido a la última oferta de renovación del Barça presentada semanas atrás. El club blaugrana ya no se moverá de su posición. Incluso está buscando ya alternativas con la prioridad de Raphinha, del Leeds, y como alternativa está Ángel Di María tras quedar libre del PSG.

Por su parte, Dembélé barajaba dos ofertas importantes: del Chelsea y PSG. Sin embargo, los dos clubs han enfríado su interés. En Stamford Bridge están sorprendidos por las exigencias del futbolista -como ser titular- y dudan de su tendencia a las lesiones. Por ello, los londinenses han girado su foco hacia Raheem Sterling, del Manchester City.

Por su parte, el nuevo asesor deportivo del PSG, Luis Campos, no es partidario de su fichaje y los parisinos están siguiendo sus consignas, como se ha visto con la decisión de fichar como técnico a una apuesta personal, como es Christophe Galtier. Además, la renovación de Mbappé le cierra las puertas del equipo en una delantera en la que siguen Messi y Neymar.

De esta manera, Dembélé deberá esperar a que le llegue alguna otra oferta o recular y volver a fijarse en la opción de renovar por el Barça. El club blaugrana no la ha retirado, consciente de que con el extremo siempre es posible un cambio de guión. Eso sí, debería aceptar las condiciones barcelonistas, que estaban bastante alejadas de sus pretensiones económicas iniciales.