Dembélé, el carisma tranquilo

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Ousmane Dembélé llegó con su familia a Barcelona. También al Camp Nou. Lo hizo el domingo y este lunes también. Los tiempos previstos para su presentación se alargaron. La culpa fue de la liquidación de su contrato con el Borussia Dortmund: “Ha habido un problema”, dijo Chemi Terés, del departamento de comunicación del Barça, añadiendo la razón anteriormente expuesta, en una muestra de la apertura informativa del club. Lo dijo en el Auditori 1899, donde se realizó, horas después, la presentación del futbolista.

Todo se atrasó por ese papel, la burocracia que todo lo ralentiza. Pero Ousmane, vestido de corto, con traje e incluso informal, tiene carisma. El delantero, extremo, ex del Rennes y del Borussia Dortmund, que toda la vida ha querido jugar en el Barça desde pequeñito, inició su andadura blaugrana tarde, pero como se espera de las grandes estrellas que han pasado por el Camp Nou. Y con solo 20 años. Y, aparentemente, sin Toiss, aunque para realizarse la foto oficial ante la prensa posaron algunos familiares y amigos.

Eso fue pasadas las tres de la tarde, con algo de retraso por los papeles que no quedaban claros procedentes de Alemania, donde su sustituto ya había sido presentado, Yarmolenko.

Dembélé no es de los que sonríe demasiado posando para los fotógrafos. Sobre todo si lleva traje. Parece apetecerle más vestido de corto, haciendo el rondo que hizo junto a los canteranos en el Camp Nou, con más de 17.000 personas, según explicó el club, en la zona de Tribuna del Estadi.

"No me impresiona el precio"

Ni una sola vez le cayó el balón dando toques. Como debe ser. Los futbolistas hablan en el campo. Pero este lunes tocaba hacerlo también ante los medios de comunicación. La rueda de prensa empezó casi a las cuatro de la tarde, una hora y media después de lo que estaba previsto. Se sentó al lado de Robert Fernández, secretario técnico, y dijo que los 145 millones “no me impresionan”, toda una declaración de intenciones.

“Juego a fútbol para jugar al lado de los mejores del mundo”, comentó también durante una rueda de prensa en la que los medios de comunicación pudieron hacer su previa más placentera la espera mientras degustaban bocadillos de Carles Abellan.

Dembélé también tuvo que esperar durante su presentación. La razón es que Robert, aún abierto el mercado de fichajes, tuvo que hacer frente a más preguntas que el futbolista, pese a ser su día. No pareció importarle porque su semblante siempre fue serio, manteniéndose a la expectativa y “con muchas ganas de ponerme a entrenar”.