Conoce a Matheus Fernandes, el 'nuevo Busquets'

Históricamente se ha asociado al buen juego con Brasil. La alegría, la fantasía y la calidad son varias de las señas de identidad que transmite el país con su fútbol, especialmente con la 'Canarinha'. No sorprende que cada camada de nuevos jugadores brasileños traiga a centrocampistas con un toque y una técnica que enamoren, y eso le ha pasado al Barça con Matheus Fernandes, a quien ya se le ha apodado como el 'nuevo Busquets'. 

Hablar del de Badia en el conjunto azulgrana es uno de los puntos básicos con que explicar el juego de toque que tanto ha caracterizado a este club en los últimos años. Sergio ha sido ese eje imprescindible que lo mueve todo a su alrededor, y en busca de alguien a quien ceder su testigo la apuesta es el ya ex de Palmeiras. El mote no es casualidad, pues ambos se caracterizan por potenciar a sus compañeros y ser ese pulmón que, con su presencia, aseguran que el fútbol fluya con una belleza ordenada. 

INTELIGENCIA POSICIONAL

Este es su mayor fuerte, su inteligencia para estar siempre en el momento y en el lugar adecuados. Con una rapidez de pies, especialmente la diestra, y pensamiento notable, es capaz de elegir la mejor opción para una salida aseada y ventajosa para sus intereses. En Brasil ha sido clave para empezar a construir las acciones ofensivas, y con solo 21 años su madurez en una posición tan delicada es impresionante. 

Con una altura de 1,83 es capaz de competir en el juego aéreo, aunque no destaca por ser su fuerte, y en la 'Canarinha' tienen mucha confianza en sus posibilidades. Matheus ha sido internacional tanto con la Sub-17 como la Sub-20 de su país, y a tenor de sus actuaciones en el Palmeiras, donde ha sido titular indiscutible, no es descartable que la oportunidad con la absoluta le llegue pronto.

De momento deberá adaptarse al fútbol español en el Valladolid, y de la rapidez con que lo logre dependerán buena parte de sus oportunidades de triunfar en Europa. Un jugador de presente y futuro que llega con la presión de sustituir a medio plazo a uno de los futbolistas que ha marcado la historia reciente del Barça. ¿Presión? Siempre buena salida.