El 'Búfalo trompetista' quiere embestir de nuevo al Barça

Cómo puede cambiarte la vida un momento, una acción, un partido. A Asier Villalibre sin duda lo hizo su gol ante el Barça. No por su bella factura ni por venir de una jugada bonita, pero sí por su peso en oro. Corría el minuto 89, el Athletic estaba volcado en ataque buscando desesperadamente un gol para agarrarse a una final de Supercopa que tenía perdida. Y en esas apareció un 'caramelo' de Muniain desde la derecha que no desaprovechó al más puro estilo depredador del área el Búfalo de Gernika.

Un invitado de honor inesperado. Con una barba desaliñada y una apariencia más propia del campeonato rural de leñadores y carboneros de Vizcaya, este 'katxorro' de 23 años, criado en Lezama y que había salido con más pena que gloria buscando minutos a Soria (Numancia), Valladolid y Lorca, se quedó la temporada pasada en la plantilla de Gaizka Garitano casi de rebote. Partía como quinto delantero por detrás de Aduriz, Raúl García, Williams y Kodro. Pero logró hacerse su hueco, aprovechar sus minutos y, lo más importante en la Catedral, ganarse el corazón de la gente con su entrega.

SE HA GANADO EL CORAZÓN DEL 'BOTXO'

El ariete acumula cuatro goles oficiales este curso ya (hay que tener en cuenta que apenas ha salido como titular, es más un revulsivo) y cumple el perfil (salvando las distancias, obviamente) de Aritz Aduriz ras su retirada: delantero de área, finalizador y bregador. Con Marcelino parece que también ha caído en gracia.

Luego está lo de su momento de gloria con la trompeta en la celebración. Una escena que dio la vuelta al mundo y que no hizo sino añadir un punto más entrañable a este jugador de aspecto 'bonachón' y que, encima ha formado un grupo junto con varios compañeros del vestuario rojiblanco: Orsai. Canta y toca la trompeta. Y marca tantos decisivos. Y vuelve a amenazar al Barça.