El Barça y su regreso al pasado: Ferran Torres, el nuevo Edgar Davids

La historia es cíclica y siempre se repite. Todo vuelve. Y el Barça no se mantiene al margen de esta circunstancia. El club blaugrana está viviendo una época complicada, tanto en lo económico, como en lo futbolístico y en lo institucional. Desde Aristides Maillol se han puesto al volante del DeLorean para regresar a 2003. Donde todo empezó.

Han trascurrido, prácticamente, 19 años, pero se antoja muy complicado no trazar paralelismos entre la presente temporada y la campaña 2003/04. Para entender la situación que atraviesa el Barça, tan solo nos hace falta echar un vistazo a la hemeroteca y descubrir que no es nada nuevo en la historia del club. No está tan separada la crisis de la gloria.

Xavi Hernández es protagonista de ambas temporadas. En la primera siendo esencial en la medular de equipo, mientras que en la segunda lo es desde el área técnica. "Es diferente porque ahora ha habido un cambio de entrenador y antes no. Recuerdo que, en ese momento, estábamos en una situación difícil. Creímos y creímos en lo que estábamos haciendo y en esto hay que seguir. Si ha habido alguna cosa que he aprendido cuando las cosas van mal es que hay que seguir creyendo y trabajando", dijo el egarense en rueda de prensa al ser preguntado por aquel curso.

Baile en los banquillos y una distancia ‘insalvable’

Joan Laporta accedió a la presidencia del Barça en 2003, tras conseguir poco más de la mitad de los votos de los socios barcelonistas. Entonces, el club estaba inmerso en una profunda crisis, producto de la gestión de Joan Gaspart, eso sí, bastante más ligera que la actual. 18 años después, ‘Jan’ volvió a vencer en los comicios con un porcentaje de votos ligeramente superior al que logró en su primera etapa.

Las elecciones se celebraron en junio, por lo que la temporada 2003/04 fue la primera en la que estuvo al mando del club blaugrana. Aquel año se inició un nuevo ciclo en el Camp Nou, con la llegada de Frank Rijkaard al banquillo y la de Ronaldinho al césped, que logró devolverle la alegría a la afición.

El mismo Laporta se ha encargado de revitalizar el ánimo de la afición y del vestuario, situando a Xavi al frente del banquillo y destituyendo a Ronald Koeman: una decisión que debería haberse producido en verano. El retorno del egarense a Can Barça, evidentemente, no ha sido suficiente para cambiar de inmediato la situación del club. Es un proceso que se cocina a fuego lento.

En la primera vuelta de la temporada 2003/04, el Barça estaba a 18 puntos del Real Madrid, la misma diferencia de puntos a la que se encuentra en estos momentos. Entonces, los blaugrana también se encontraban fuera de puestos europeos: ocupaban la 12ª posición, mientras que ahora siempre se han mantenido en la primera mitad de la tabla. Una distancia que se antoja  insalvable, pero que casi dos décadas atrás logró equilibrarse.

Un regalo de navidad llamado Davids

El Barça, con Txiki Begiristain al mando de la dirección deportiva, se movió ágil en el mercado de fichajes de invierno y logró cerrar la llegada de Egdar Davids en calidad de cedidos, procedente de la Juventus de Turín. El neerlandés fue una auténtica bombona de oxígeno para un Barça que se estaba hundiendo. Rápidamente se colgó la etiqueta de indiscutible, acompañando a Cocu y Xavi en el centro del campo.

Su llegada ayudó a revertir la situación y a encadenar una racha de buenos resultados. Los triunfos ante rivales directos como Sevilla (0-1), Atlético de Madrid (3-1), Valencia (0-1), Deportivo de la Coruña (2-3), así como la victoria en el clásico del Santiago Bernabéu sirvieron para que, finalmente, el Barça (72) acabase sobrepasando al Real Madrid (70) en la clasificación. Sin embargo, aquella Liga acabaría viajando al País Valencià, con el Valencia como campeón de Liga con 77 puntos.

El fichaje de Ferran Torres también puede ser entendido como el empujón que necesita el equipo, sobre todo, para mejorar la efectividad en la portería rival. Su polivalencia en el ataque le sitúa, antes de debutar, como un indiscutible. Eso sí, más vale ir con pies de plomo y que el suyo no se acabe sumando a la larga lista de fiascos en el mercado de invierno, como Maxi López, Arda Turan o Kevin Prince Boateng.

Una competición no tan desconocida

Por si no fuese suficiente, existe otro paralelismo más. El Barça participará esta temporada en la Europa League, tras haber quedado en tercera posición de la fase de grupos de la Champions League. Una competición que no disputaba, precisamente, desde la temporada 2003/04.

Aquel curso disputó dicha competición desde el principio al haber quedado sexto en la Liga anterior. Su periplo por la ‘Champions de Segunda División’ se prolongó hasta los octavos de final, donde fueron apeador por el Celtic de Glasgow por 1-0 en el global de la eliminatoria.

Bien es cierto que aquella temporada no es muy recordada en la historia del club, pero sirvió para cimentar uno de los equipos más gloriosos. En las dos siguientes temporadas, el Barça ganó dos Ligas y una Champions, poniendo fin a una racha de cinco cursos en blanco. ¿Sucederá lo mismo la próxima campaña?