El Barça más 'alegre' a balón parado apareció en París

La pizarra de Sergio Alegre, encargado de las acciones de estrategia, funcionó tanto en ataque como en defensa

Así vivimos el apasionante triunfo del FC Barcelona contra el PSG en el Parque de los Príncipes

PSG - Barça : El gol de Christensen

Telefonica

Toni Juanmartí

Toni Juanmartí

El FC Barcelona se impuso en París gracias a múltiples factores: orden defensivo, mentalidad ganadora en momentos clave, eficacia en las áreas y, también, contundencia a balón parado. La Champions exige dominar todos los aspectos del juego y el elenco de Xavi Hernández lo logró en el Parque de los Príncipes.

El conjunto azulgrana vivió ante el PSG uno de los mejores encuentros de la temporada en acciones a balón parado, donde generó muchísimo peligro y se defendió con solidez en los siete saques de esquina que lanzó el conjunto de Luis Enrique. Los parisinos no llegaron a conectar ni un solo remate peligroso en sus acciones de córner. El Barça, en cambio, sí castigó por esa vía.

A los pocos minutos de arrancar el partido, un tierno Donnarumma estuvo a punto de ver cómo un remate de cabeza de Lewandowski acaba al fondo de las mallas después de una precisa ejecución de Gündogan desde la esquina. Nuno Mendes tuvo que salvar bajo palos.

Todavía en la primera parte, una acción de pizarra despistó a los jugadores del PSG por completo. Los jugadores del Barça crearon un espacio en el punto de penalti y Gündogan ejecutó raso para Raphinha, que no pudo marcar pese a recibir en condiciones óptimas. Sergio Alegre, encargado en el 'staff' de Xavi de la estrategia, le estaba ganando la partida a su homólogo en el PSG.

Provocando las dudas de Donnarumma

Ya en la segunda mitad llegaría el gran golpe azulgrana. Con 2-2 en el marcador, un córner de Gündogan al corazón del área lo cabeceó Christensen en el área pequeña para poner el 2-3 y desatar la euforia en el barcelonismo. En el Barça conocían los problemas de Donnarumma a la hora de salir con contundencia ahí donde los porteros deben hacerse fuertes. Inteligente y preciso, Ilkay la puso donde tocaba para que el danés hiciera el resto.

De cara al partido de vuelta, la ventaja en el marcador hace que los azulgranas no necesiten tanto sacar rédito en acciones ofensivas de balón parado como seguir defendiéndose de forma sólida como mostraron en París. Los franceses irán al ataque y eso también se traducirá en acumulación de efectivos en jugadas de estrategia.