Análisis: Así ha demostrado Umtiti ser un central de rendimiento inmediato

Javier Giraldo

Javier Giraldo

Fichar a Samuel Umtiti no fue una tarea fácil: Robert Fernández, secretario técnico del club, dedicó muchas horas a ver en directo al jugador francés en el Olympique de Lyon. En los despachos del Barça ya existían informes sobre la proyección del francés, y fue Robert quien impulsó un seguimiento más personal, hasta el punto de que preguntó a varias personas de su entorno en el barrio de Ménival, en Lyon, por la personalidad del futuro jugador del Barça. 

A tenor de los resultados, Robert acertó de pleno: Umtiti ya se reveló la pasada temporada como uno de los fichajes más solventes del curso, pero es ahora, a las órdenes de Valverde, cuando ha explotado definitivamente. Si hay un fichaje de rendimiento inmediato en el Barça reciente, es Samuel Umtiti, plenamente consolidado en el once inicial después de jugar la pasada temporada 25 partidos de Liga y ocho de Champions con Luis Enrique. 

Esta temporada solo ha dejado de jugar dos partidos, ante el Eibar y la UD Las Palmas. En la Champions, por ejemplo, lo ha jugado todo: tanto, que el propio Mascherano ya dejó entrever desde la concentración de su selección que a final de temporada se irá del Barça, consciente de que hay Umtiti para rato.

discreción y frialdad

Una de las grandes virtudes de Umtiti es la solvencia y la frialdad con la que afronta cualquier situación en el campo: su aprendizaje viene de lejos, porque su fútbol se forjó en el club de su barrio, el Ménival FC. A los cinco años, jugaba con niños de diez. “Muy pronto vimos una gran diferencia entre él y los otros, se hizo rápidamente el jefe de su equipo”, apuntaba poco después de su fichaje Djoudi Bouzama, el presidente del modesto club del barrio lionés.“Era el jefe del equipo. No era un jugador para el Menival, sino para un grande como Lyon o Saint-Étienne”, añade.

En la construcción de su personalidad (prudente, discreto, tímido y con un punto de frialdad que le permite sobrevivir a momentos en los que otros defensas naufragan) también jugó un papel determinante su madre, que se sacó el carné de conducir para poder llevarlo a sus primeros entrenamientos en el Olympique de Lyon. “He llegado donde quería gracias al apoyo de mi madre. Para ella lo más importante eran los estudios, y después el fútbol; lo primero era conseguir títulos académicos. Si no hacía los deberes, no me dejaba ir a los entrenamientos, así que me esforzaba con los estudios para poder ir a jugar con mis amigos. El rigor de mi madre me ayudó mucho en este sentido”, explicaba Umtiti en un reportaje realizado por Barça TV.

sus números, impecables

Sus números de esta temporada acreditan su plena consolidación en el Barça: es curioso comprobar que ha cometido tantas faltas como ha sufrido (ocho), ya suma cuatro tarjetas amarillas (está a una de la sanción y se perdería el Valencia-Barça si es amonestado en Leganés).

Tiene una media de 4,5 recuperaciones por partido y de 2,5 duelos ganados al rival por cada encuentro, muy superior a la media de la Liga. En la faceta ofensiva, en cambio, se muestra más tímido: solo ha disparado dos veces a puerta y no ha marcado.