FC Barcelona - Fichajes

Los orígenes de Umtiti (II): Un milagro de barrio

El fichaje de Samuel Umtiti por el FC Barcelona ha cambiado la vida de los habitantes de Menival. La ilusión inunda sus pequeñas calles, revoluciona a los más pequeños e impregna todo de un halo de esperanza ante una vida mejor 

 

El Menival FC recibió amablemente a SPORT

El Menival FC recibió amablemente a SPORT / sport

Alfonso Callejas (París)

El reloj marca las diez de la noche y los últimos rayos de sol se filtran entre los altos edificios para acariciar el césped de las modestas aunque renovadas instalaciones del Menival FC. Allí sigue Ahmadou, un joven de color, espigado y potente, con una contagiosa sonrisa. Lleva más de seis horas ejercitándose en solitario bajo un sol de justicia. Ni se inmuta. Cualquier esfuerzo es insuficiente para lograr su sueño. Trota sin cesar para limar su fondo físico y se toma un respiro para practicar su disparo a balón parado imitando el ritual de Cristiano Ronaldo. Para el risueño Ahmadou y otros centenares de jóvenes que habitan en el barrio del oeste de Lyon Samuel Umtiti es un ejemplo a seguir. En el fútbol y en la vida.

El mensaje que reivindica que con trabajo todo es posible ha calado muy hondo en Menival, especialmente entre los más pequeños. “Los niños ahora creen que pueden ser algo en la vida”, destaca Saïd Intidam, presidente del modesto club de 1992 a 2008, periodo en el que Umtiti dio sus primeros pasos en el mundo del fútbol, y actual responsable de Deportes del quinto distrito de Lyon.

En las calles de Menival no se habla de otra cosa. Ni siquiera el buen hacer de Francia durante la disputa de su Eurocopa ha atenuado la euforia por el fichaje de Umtiti por el FC Barcelona. La conversación es monotemática. “La gente habla mucho más del Barça porque es mágico, el mejor club del mundo”, recuerdan desde el Menival FC. Intidam y el actual presidente, Djoudi Bouzama, coinciden en destacar la excepcionalidad de las metas alcanzadas por Umtiti: “Es un milagro que alguien que dio sus primeros pasos aquí en Menival pueda jugar con Messi en el mejor club del mundo”, comentan con emoción. 

MODELO A SEGUIR PARA LOS JÓVENES

El nuevo central del Barça se ha convertido de forma meteórica en todo un espejo para las nuevas generaciones tanto de Menival como del resto de Lyon. “Es un ejemplo para todos los clubes modestos y para los niños. El Barça es el mayor club de Europa. Cuando veían a Samuel jugar con el Lyon decían que era un sueño. Ahora dicen que si Samuel puede jugar en el Barça ellos también pueden hacer algo de provecho con su vida: ser jugador, médico, abogado, electricista... Tienen un sueño”, aseguran desde el club.

Una meta posible gracias a su capacidad de sacrificio. La misma que permite que en Menival todo el mundo vea a ‘Sam’ como titular. “Va a trabajar y a demostrar que puede jugar. La historia de Samuel en Menival ha probado que puede lograr lo que quiera cuando trabaja. Va a trabajar dos, tres, cuatro, seis meses para ser titular y va a conseguirlo”.

MÁS AZULGRANA QUE NUNCA

 La humildad que se desprende de la sede del Menival y de los altos edificios de su alrededor, donde se instaló la familia Umtiti años atrás, también se pone de manifiesto al reconocer que “jamás pensamos que llegase a un equipo como el Barça. Al verlo en la prensa fue la guinda del pastel, como fuegos artificiales”.

El desembarco de medios galos y alguno internacional como SPORT ha sido constante en las últimas semanas y ha ayudado a poner a Menival en el mapa futbolístico, al margen de dar esperanzas a los jóvenes como el risueño Ahmadou: “Puede ayudar a Menival no con dinero sino con la idea de que trabajando puedes lograr tus sueños. La filosofía de Samuel es trabajar y ayudar a los otros. En Barcelona lo seguirá siendo.

Intidam no va de farol al asegurar que en Menival “siempre hemos simpatizado con el Barça”, incluso “pese a que Benzema estuviera en el Madrid”. Bouzama va un paso más allá y, entre risas, aventura que “los que aquí son del Madrid, ahora van a cambiar”. La ilusión se ha instalado para siempre en Menival. Todo un milagro.