Amargo trago en el Camp Nou

El Barça jugó un buen primer tiempo que el Real Madrid ganó con gol de Vinicius al filo del descanso

Los de Xavi no comparecieron en la segunda mitad y Benzema, con un 'hat-trick', metió a los suyos en la final de Copa

Resumen, goles y highlights del FC Barcelona 0 - 4 Real Madrid de la vuelta de semifinales de la Copa del Rey

Resumen, goles y highlights del FC Barcelona 0 - 4 Real Madrid de la vuelta de semifinales de la Copa del Rey / RFEF

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

El Spotify Camp Nou se presentó a un nuevo clásico, cada uno distinto al anterior, lleno, con 94.902 almas dispuestas a dejársela por el Barça. La respuesta del equipo estuvo a la altura desde el primer minuto. Christensen, De Jong, Dembélé y Pedri, cuatro titulares indiscutibles, en la grada, un problema enorme que Xavi había resuelto en cada envite imponiendo su libreta. Esta vez no fue así. El más difícil todavía, muchas veces, acaba mal. El Barça mostró todas sus carencias en el peor momento y los blancos golearon. Con 'hat-trick' de Benzema.

FC Barcelona - Real Madrid
0
4
Alineaciones
FC BARCELONA
Ter Stegen, Araujo, Kounde, Marcos Alonso (Eric Garcia, 65'), Balde, Busquets, Sergi Roberto, Kessie (Ansu Fati, 60'), Gavi, Raphinha (Ferran Torres, 65') y Lewandowski.
REAL MADRID
Courtois, Carvajal, Militao, Alaba, Camavinga, Kroos, Modric (Tchouameni, 87'), Fede Valverde, Rodrygo (Asensio, 74'), Vinicius (Ceballos, 87') y Benzema (Nacho, 88').

Pronto mostraron el técnico egarense y Ancelotti sus cartas. Pocas sorpresas: los blaugrana buscaron tener el balón mientras los blancos apostaron a lo de siempre, hacer daño en transición gracias a la velocidad de Vinicius. Tan simple, tan efectivo demasiadas veces. La primera mitad acabó exactamente como el italiano había previsto. El abecé de un fútbol mediocre convertido en resultado. Para quien solo piensa en ganar y no en divertir a su gente, ya vale.

Todo respondía a un guion previsto, con Gavi comandando el ataque escorado desde la izquierda, Lewandowski inyectando oxígeno desde la posición de nueve, Kessie presidiendo el centro del campo, Araujo manteniendo a raya a Vinicius y Raphinha buscando herir desde la derecha.

Gavi pidió penalti por unas manos de Alaba muy pronto, pero el austriaco estaba cayendo, así que Martínez Munuera, impredecible siempre, dijo que no había nada. Aquí acertó. Robert lo hizo prácticamente todo bien en su guerra con Militao, pero disparó mal en la mejor ocasión que tuvo. Raphinha tomaba decisiones equivocadas y Gavi, que lo hacía todo bien, no encontraba socios fiables.

Vinicius, un mal compañero

Al canterano lo agarró del cuello Vinicius y se revolvió. Ambos vieron la amarilla. Lo cierto es que el '20' del Madrid no dejó de buscar las cosquillas al Barça, echándose al césped al mínimo contacto y provocando, que es lo que mejor sabe hacer. Pasaban los minutos y el partido estaba donde Ancelotti quería, gato viejo... y con suerte. Porque la jugada del Barça al límite del descanso merecía acabar en gol y, en cambio, se convirtió en una contra que entre Vinicius y Benzema convirtieron en gol. Todo por decidir en segundo tiempo.

Tras el descanso, el desastre. El Barça empezó ausente, como si no fuera con él. El Real Madrid, que huele la sangre, entendió de qué iba la cosa y se fue hacia arriba. Benzema agarró un balón, solo, sin nadie que le molestara, en la frontal y la metió dentro. La remontada era una realidad. Le tocaba tirar a los de Xavi.

Un segundo tiempo lamentable

Lo intentaba Raphinha, retando en cada acción a Camavinga. Y Balde, que tiraba de piernas. Araujo, heroico, se echó el equipo a la espalda en aventuras solitarias imposibles. Todo ello ocurrió hasta que Kessie pisó a Vinicius y Benzema, de penalti, hizo el tercero. Un resultado imposible de entender desde la lógica que no tiene el fútbol. Ansu entró por el marfileño. El cuarto pudo llegar varias veces y si no subió al marcador fue por la falta de puntería y el acierto de Ter Stegen. Por nada más. El Barça se había convertido en un equipo menor.

La final de Copa se veía cada vez más lejana, muy borrosa, como el fútbol de un equipo al que le faltó talento arriba y madurez para saber jugar con el marcador a favor y en contra. Todo lo contrario que al Real Madrid. Lo había dicho Xavi en la previa y ni los blancos le creyeron. Llevaba razón. Lamentablemente.