Toni López, del Barça a buscarse la vida en Alemania

Sus primeros pasos en este deporte se remontan al 2010, cuando tenía 5 años. A los 18 ya ha jugado en la segunda división española y está cerca de debutar en la Bundesliga 2

El canterano azulgrana es el flamante fichaje del SG BBM Bietigheim, equipo entrenado por Iker Romero

Toni López Lozano, jugador del Bietigheim

Toni López Lozano, jugador del Bietigheim / SG BBM Bietigheim

Roger Güell

En primer lugar, conocemos los motivos de su afición por el balonmano: “Empecé a jugar en el Sant Llorenç, de Sant Feliu de Llobregat. Mi familia, concretamente mi padre era muy aficionado al balonmano, de hecho, también fue jugador. Por esta razón me apuntaron de bien pequeño y descubrí un mundo que me encantó”. 

Desde bien pequeño con el mismo referente: “Mi ídolo siempre ha sido Victor Tomás porqué jugaba de extremo, la misma posición en la que yo jugaba, lo cual hizo que me fijara en él. Recuerdo verlo durante los partidos con el Barça y la selección. Su forzada retirada fue una terrible noticia para el balonmano”.

FC Barcelona

Tras 7 años en el equipo de su ciudad, a Toni se le abrieron las puertas del club de sus sueños. “Cuando ya tenía 12 años, me llamaron para hacer las pruebas en el Barça. Al llegar a esa edad, los dirigentes del club pedían a equipos de la zona que les mandaran a 2 o 3 jugadores que pudieran encajar y uno de ellos fui yo”.

Nos cuenta como fue el momento de conocer que iba a jugar en la Masia: “Unos días después de realizar esas pruebas, me encontraba en Carcassonne con mi familia, estábamos de vacaciones y, de repente, el coordinador del Sant Llorenç llamó a mi padre para decirle que me querían en el Barça. Debían ser las 10 de la noche, fue impresionante, todos se pusieron super contentos y yo ni me lo creía. Que te llame el Barça es el sueño de cualquier niño, además, yo siempre había sido culé y vivía justo al lado de la Ciutat Esportiva Joan Gamper”, aseguró. 

Durante las temporadas que estuvo en Can Barça, compartió vestuario con varios nombres de moda del club azulgrana: “Jugué con Artur Parera, el cual acaba de subir al primer equipo, pero también con otros como Martí Soler y Aleksander Cenic que han ido subiendo en algún partido y varios entrenamientos”. 

Hora de nuevos retos

Cinco años después de su llegada al Barça, el club decidió que no continuara

Toni lo aceptó “sin ningún tipo de problema, así es el deporte”, eso le dio más fuerzas para luchar con el objetivo de alcanzar su sueño. “Fiché por el Sant Martí Adrianenc de la Primera Nacional, donde estuve desde el mes de agosto hasta diciembre.”

Con poco tiempo, fue capaz de demostrar su enorme potencial y provocar la llamada de un representante que le presentó algunas ofertas. “Me dijo que había un par de equipos interesados en mí”. La propuesta que más le convenció fue la del CD Agustinos Alicante. 

Ese mismo año, decidió emprender una nueva aventura y mudarse a Alicante, si bien no es un destino muy lejano, pasó de vivir con su familia a compartir piso con dos compañeros argentinos. 

Esa media temporada que estuvo en el equipo valenciano llamó la atención de los equipos extranjeros. “Creo que la principal cualidad que hizo que los equipos se fijaran en mi es la agilidad, a pesar de la altura”. Hasta hace poco era muy difícil encontrar un extremo de 1,91

Tercer cambio de equipo en menos de un año

Gracias a esos meses en España, Iker Romero, ex jugador del Barça y actual entrenador del SG BBM Bietigheim, le llamó: “Fue todo un honor recibir esa llamada, de hecho, fue la principal razón para fichar por el equipo alemán. Muy pocos tienen la oportunidad de aprender de alguien así”, afirmó.  

Otra de las razones fue el prestigio del balonmano germano: “Alemania es uno de los mejores países en cuanto a balonmano. Esto es gran reto para mí”.

En cambio, la ubicación (Bietigheim-Bissingen) no era algo que le influenciara de primeras: “A la hora de elegir equipo, no me fijé en la ciudad, me centré en lo deportivo. Aun así, estoy encantado con el lugar donde estoy”. 

Habiendo comprobado el nivel de sus próximos rivales en los amistosos de pretemporada, Toni quiso destacar la principal diferencia entre las categorías de plata de España y Alemania. “Debuté en la Segunda Española con el Barça B y el cambio más notable es el ritmo de partido. Aquí es constante, no baja en ningún momento del encuentro, por eso pienso que físicamente es ligeramente más duro”. 

Por otro lado, dijo esto sobre el hecho de vivir completamente solo. “Cogí los hábitos de hacer las tareas de casa cuando me mudé a Alicante, pero en este caso no tengo ayuda de mis compañeros de piso”

El contrato que ha firmado se extiende hasta 2023. “No me preocupa nada tener un contrato corto, tengo claro que para seguir aquí hay que currárselo, me han dado la oportunidad y voy a darlo todo para aprovecharla al máximo y así poder seguir viviendo del deporte que amo, que era mi sueño desde bien pequeño

No tiene dudas sobre su rol en el equipo. “Sé que debo esforzarme al máximo para ganarme el puesto ya que cuento con una competencia feroz, esto pasa en cualquier equipo profesional. Yo llego con la intención de comerme el mundo. “

Sobre la comunicación con los compañeros: “Los primeros días hablaba con los españoles (Paco Barthe y Juan de la Peña), pero el grupo me ha acogido con los brazos abiertos y ya me siento como en casa. Todos saben inglés. A pesar de ello ya he empezado las clases de alemán. Es imprescindible para la adaptación a la ciudad y al equipo.”

Preparados para luchar por el ascenso. “El equipo está diseñado para ello. La temporada pasada se quedaron escasos puntos de subir a la Bundesliga”. 

En los primeros encuentros ya ha notado mejoría a nivel personal. “Sinceramente, en el primer partido me noté algo nervioso y me costó un poco más, pero en el segundo ya me solté y pude disfrutar más del juego”. 

Toni López en uno de sus primeros partidos de pretemporada

Toni López en uno de sus primeros partidos de pretemporada / SG BBM Bietigheim

No quiere pensar en lo que puede pasar en un futuro: “El Barça es una espinita que siempre te queda, pero mi idea es centrarme en esta temporada, tratar de ganarme el puesto y lograr los objetivos que marca el club. Me he dado cuenta de que esta es la manera de sacar lo mejor de mí y he disfrutar más del juego”. 

Toni es una persona muy supersticiosa. “Tengo varios ‘rituales’ antes de los partidos. Para empezar, durante el trayecto, procuro escuchar siempre la misma lista de canciones. En segundo lugar, juego al solitario con el móvil, esto me ayuda a concentrarme. Una vez dentro del pabellón, me ato las dos zapatillas por el mismo orden y jamás cambio la rutina de calentamiento”. 

En Alemania hay mucha afición al balonmano

Lo que más le ha sorprendido viene de una conversación con uno de sus compañeros. 

“Me dijeron que en partidos importantes pueden llegar a venir 6.000 personas al estadio. Tengo muchas ganas de ver el ambiente. Estoy acostumbrado a jugar en estadios con 200 personas”. 

Fuera del Balonmano

Es consciente de que la carrera del deportista es relativamente fugaz. “Estoy estudiando la carrera de Telecomunicaciones y Telemática de manera on-line. Pienso que es necesario estar preparado para cuando se acabe el deporte, poder trabajar de algo que me guste”. 

El balonmano no es el único deporte que sigue. “Disfruto mucho viendo la Fórmula 1, es una afición a la que me ‘enganchó’ mi padre. Soy muy fan de Fernando Alonso”. Esto no es todo. “Además, me encanta ver jugar a Rafa Nadal. También sigo el fútbol y juego a pádel”. 

Sigue aclimatándose a la ciudad: “En el poco tiempo que llevo en Alemania he podido visitar Stuttgart y he recibido alguna visita familiar. Todavía estoy haciéndome a mi nuevo hogar”.