Ribera, el mejor ‘jefe’ posible

La Federación Española ha conseguido un importante golpe de efecto al convencer al seleccionador para que no deje a los Hispanos y siga al frente del grupo otro ciclo olímpico más.

Una nueva muestra de su compromiso a pruebas de bombas

La renovación de Jordi Ribera por otros cuatro años más como seleccionador es la mejor noticia posible para el balonmano español

La renovación de Jordi Ribera por otros cuatro años más como seleccionador es la mejor noticia posible para el balonmano español / EFE

David Rubio

David Rubio

En todas las concentraciones de las selecciones inferiores o en cualquier pista de la Liga ASOBAL, Jordi Ribera lleva siete años siendo un fijo desde que asumió el cargo de seleccionador hace ya siete años.

Por aquel entonces los Hispanos vivían un momento traumático al quedar fuera de los Juegos de Río en un triste Preolímpico en el que perdieron por un solo tanto en el ‘goal average’ general las dos plazas olímpicas en un triple empate que dio el billete a la Eslovenia del entonces azulgrana Jure Dolenec y a la Suecia de otro exbarcelonista como Mattias Andersson.

Jordi Ribera acababa de cerrar con éxito su segunda etapa al frente de la ‘verdeamarelha’ con la que logró tres Campeonatos Panamericanos, tres Juegos Panamericanos y unos Juegos Sudamericanos. De hecho, el catalán firmó con la Federación Española (RFEBM) a mediados de septiembre de 2016, justo después de acabar séptimo en los Juegos de Río de Janeiro 2016, la mejor clasificación de la historia de Brasil con una potente selección en la que militaban los blaugranas Haniel Langaro y Thiagus Petrus.

Desde el primer día, el de Sarrià de Ter ha mostrado un compromiso y una capacidad de trabajo que lo han convertido en una figura clave para un grupo que no se ha resentido pese a ir perdiendo piezas tan importantes dentro y fuera de la pista como Raúl Entrerríos, Julen Aguinagalde o Víctor Tomàs.

Ese uno de sus grandes éxitos. Su capacidad innata para ir gestionando con maestría la llegada de nuevos jugadores más o menos jóvenes que asumen galones como si llevasen un lustro con los Hispanos. 

La mejor prueba de ello fue la irrupción del central Agustín Casado en el Europeo de 2022 (ahora en el Veszprém). O la incorporación progresiva de Dani Dujshenaev. O su distribución en la portería con Rodrigo Corrales y Gonzalo Pérez de Vargas consolidados como estrellas mundiales. O cómo ha ido dando entrada a los Ian Tarrafeta, Dani Fernández o ahora a los hermanos Cikusa, Petar y Djordje (17 años).

Todo ello es tanto o más importante que los logros deportivos, que durante su mandato están siendo excepcionales: la plata olímpica e Tokio, dos bronces en Mundiales y dos títulos y una plata europeos.

Ribera había declarado su intención de dejar la selección tras los Juegos de París. “Echo de menos la actividad diaria de dirigir a un equipo”, había declarado. Sin embargo, la RFEBM lo ha convencido y mañana se anunciará su renovación hasta después de los Juegos de Los Ángeles 2028. ¡Qué gran noticia!