Rafael Amargo denuncia la desaparición de objetos valiosos tras el registro policial en su casa

El cantador ha sido absuelto recientemente de los cargos por tráfico de drogas

Amargo pedirá responsabilidades a la policía por la "barbarie" que ha sufrido estos 4 años

Lucía Feijoo Viera

Sport.es

Rafael Amargo ha sido absuelto de un delito de tráfico de drogas por la Audiencia Provincial de Madrid, evitando una condena de nueve años de prisión. El bailaor rompió su silencio en una entrevista en el programa de televisión ‘¡De viernes!’, donde compartió detalles sobre el proceso judicial y su tiempo en prisión. Amargo describió su primera noche en la cárcel de Soto del Real como un momento de total desconcierto, rodeado de personas que hablaban en distintos idiomas y se encontraban detenidas por diversos motivos. “Estás como en una habitación donde hay un cristal y son cuatro seres extraños, cada uno hablando en un idioma, y tú lo primero que preguntas es por qué están allí”, relataba.

A lo largo de su detención, Amargo esperaba ser internado en un módulo especializado para personas conocidas, pero fue recluido en un módulo convencional. Allí, según relató, fue víctima de maltrato por parte de algunos funcionarios de prisiones. En particular, mencionó un incidente doloroso en el que una funcionaria insultó a sus hijos, lo que lo llevó a un acto desesperado de autolesión. Su esposa, Luciana Bogniano, detalló este episodio en el plató, subrayando el sufrimiento que atravesó la familia durante este tiempo.

Además de los problemas en prisión, Amargo denunció la desaparición de objetos de valor de su casa durante el registro policial. “No lo he dicho, pero lo voy a decir. En mi casa faltaban cosas. Después de hacer todo este registro hay un reloj que no aparece, hay gemelos que no aparecen... No digo nada, pero no aparecen”, expresó con resignación. 

Durante su tiempo encarcelado, Amargo también emprendió una huelga de hambre que duró 11 días, tras lo cual fue trasladado a un módulo de Proyecto Hombre. Allí aprovechó para tratar sus adicciones a las drogas, un paso que él mismo reconoce como beneficioso para su rehabilitación. “Es una forma de pagar la cárcel y a la vez curarte. La droga es un tema muy serio, lo digo con conocimiento de causa. Y la cárcel, inteligentemente pensándolo, me ha venido bien”, concluyó.