Los 'escuderos' de Carlos Ortega

Konstantin Igropulo es el ‘segundo’, Tomas Svensson se encarga de los porteros y Jordi Rosell, de los vídeos

Coinciden los tres en que Ortega “nos escucha mucho a los tres, pero al las decisiones las acaba tomando él”

Ortega lidera un cuerpo técnico de penas garantías

Ortega lidera un cuerpo técnico de penas garantías / DAVID RAMÍREZ

David Rubio

David Rubio

Con Carlos Ortega a los mandos de la nave como primer entrenador, el cuerpo técnico del primer equipo azulgrana tiene una gran importancia en los éxitos del Barça, que afrontará este sábado las semifinales de la Champions a las 15.15 horas ante un Magdeburgo que lo ha derrotado en la final de las dos últimas ediciones de la Super Globe.

Al malagueño lo acompañan su ‘segundo’ Konstantin Igropulo (llegó el verano pasado), el entrenador de porteros Tomas Svensson (regresó al club en 2021), Jordi Rosell (en el primer equipo desde 2013) y el mítico Toni Rubiella, quien faltó a la foto y apura su despedida después de 38 años en el primer equipo.

El ‘segundo’

El ruso Igropulo, de 38 años, jugó en el Barça de 2009 a 2012, alzó la Champions con Xavi Pascual en 2011, se retiró en 2020 en el Wisla y el curso pasado hizo historia como técnico del modestísimo Viktor de Stavropol con el que logró la Copa de Rusia.

“Me retiré hace dos años y medio, pero ya no tengo edad para jugar ni pienso en ello. Compartimos el trabajo, pero cada uno se especializa en una parte. Yo estoy entre los jugadores y el staff. Al principio me costó, pero es normal. Un sitio nuevo y un papel nuevo. Me costó dejar el Viktor. Fue una decisión muy dura y a lo mejor hay quien no lo entiende, porque era un equipo muy humilde pero estaba muy a gusto. Una vez que decidí venir a ser 'segundo', estoy muy contento y no pienso en volver a entrenar. Yo intentó ayudar al máximo en lo que me toca a Carlos y a mis compañeros. En nuestro apartado tenemos que ser cada uno lo más efectivos posible. Ahora es mucho más flexible que cuando estaba con él como jugador (lo entrenó en el Kolding danés, 2016-17)", reflexionó a SPORT.

Igropulo venía de ganar la Copa de Rusia como primer entrenador

Igropulo venía de ganar la Copa de Rusia como primer entrenador / DAVID RAMÍREZ

“El foco está en Colonia desde hace demasiados días y se hace largo. El objetivo es llegar lo mejor posible a la Final Four. Estamos en calma tensa”, añadió el exlateral. Y recordó la fina línea entre el éxito y el fracaso con la final del año pasado que se decidió en los penaltis antes de su regreso al equipo. "Es muy cruel. Me acordaba las veces que hemos perdido allí y te pasan todas estas imágenes de lo que has sufrido. A Colonia vas a disfrutar, porque es un evento increíble, pero cuando estás ahí metido sufres hasta en el hotel y estás con muchísima tensión. Cuando vi a Talant (Dujshebaev) llorando me acordé de las imágenes de los malos momentos que hemos pasado y que ha pasado el club allí en el Lanxess", reflexionó el ayudante de Ortega.

"Claro que es más bonito estar abajo. Yo también he estado en Colonia como espectador. Es lo bueno que tiene nuestro deporte. Otros tienen mejores ligas, pero todo el mundo dice que nuestra Final Four está por encima. Es otro nivel. Cómo se organiza, cómo se hace... Algunos se quejan de que siempre sea allí, pero es muy difícil hacerlo mejor. La gente del balonmano tiene que visitar la Final Four sí o sí. Las claves son los detalles. Es todo importante, absolutamente todo. Es una paradoja, lo he dicho a mis compañeros, lo más difícil es cuando los equipos están más cansados a final de temporada. Calma tensa y ya está", añadió un 'Igro' que sigue en plena forma.

Histórico meta

¿Qué decir de Tomas Svensson? El sueco, de 55 años, fue un mito de la portería que vistió de azulgrana entre 1995 y 2002, alzando cinco de sus seis Champions con el Barça de Valero Rivera (la primera la logró en 1995 en el Bidasoa). Con su selección ganó tres Europeos, dos Mundiales y fue tres veces plata olímpica y ahora entrena a los porteros del Barça... y de Suecia.

“Estamos aquí para apoyar a Carlos en vídeos, en sugerencias de juego y en lo que sea. Las opiniones son por el bien del equipo y se respetan. Ser ayudante requiere muchísimas responsabilidades, entre ellas un apoyo muy cercano, casi psicólogo. El míster puede tener un día ‘chof’ y ahí debes estar tú”, comentó el escandinavo.

Svensson, un referente del balonmano

Svensson, un referente del balonmano / DAVID RAMÍREZ

“Carlos está muy bien preparado. Su gran ventaja es que ha estado en muchos sitios y se ha formado muy bien. No le da miedo probar cosas ni repartir responsabilidades. Nos da mucha confianza, pero manda él”, señaló el exmeta. “En mi caso, dejé de jugar con 44 años y me perdí 10 para formarme como entrenador y quizá me ha faltado eso, pero no me arrepiento”, aseguró Svensson.

En cuanto a la Final a Cuatro, el sueco quiso enfatizar que se trata de un torneo "en 24 horas. Tienes que estar a un grandísimo nivel para ganarlo, porque puede pasar cualquier cosa. Por eso es tan difícil ganarlo, pero la final y la semifinal se juegan para ganarlas. Imagino que perder en Colonia es muy duro, porque lo he visto como espectador y el año pasado ahí abajo vi lo que sufrió el Kielce. Tenemos muchas posibilidades, aunque no diría que somos favoritos. Se podría decir por el año que hemos hecho, pero todos tienen posibilidades. Lo principal es ganar el primer partido, porque en caso contrario ya has perdido. El Magdeburgo también es un grandísimo equipo que nos ha molestado muchísimo en otras circunstancias y en otro continente. Es un equipo muy incómodo, pero ganarnos a nosotros también es muy difícil", relató.

Producto catalán

Nacido en Sant Esteve de Palautordera, Jordi Rosell llegó hace 20 años al Barça y lleva desde 2013 en el primer equipo. “Yo entré para hacer solo el tema de vídeos, ayudé a Xavi Pascual y sigo centrándome principalmente en ese apartado, pero desde hace dos temporadas también estoy en el staff y tengo un rol más de ayuda a Carlos. Nuestro trabajo es muy importante para que pueda estar tranquilo y se sienta arropado, porque sabe que nosotros lo vamos a ayudar para que se sienta más cómodo”, apuntó.

Jordi Rosell ya lleva ocho años en el primer equipo

Jordi Rosell ya lleva ocho años en el primer equipo / DAVID RAMÍREZ

Y recordó el complicado otoño de 2021 cuando todo se cuestionaba y Ortega lo pasó realmente mal. "Fue difícil para todos y para Carlos aún más y también para los jugadores, porque estaban un poco desorientados. Carlos se lo tomó con calma y supo escuchar mucho a Tomas (Svensson) en su momento y al resto del staff. Y cedió en muchas cosas, que fue la clave para que al final saliesen los resultados. Él se adaptó muchísimo al equipo, supo entender las necesidades y se ganó al grupo siendo él mismo, dando ejemplo de cómo se deben hacer las cosas y con mucho trabajo"", comenta el catalán.

“Carlos es un jefe que escucha muchísimo y acaba decidiendo él. Siempre quiere que le demos nuestra opinión de manera abierta, pero él ve las cosas claramente de otra manera, decide él en función de sus percepciones y es que debe ser así. En cuanto a mí, estar en el Barça supone mucho y por ahora ni me planteo entrenar a un equipo”, concluyó Rosell.

Ortega: “Es clave que las funciones estén bien definidas”

El malagueño Carlos Ortega lleva dos temporadas con Tomas Svensson y con Jordi Rosell, mientras que es la primera en la que trabaja junto a Konstantin Igropulo. “Es clave tener las cosas claras y que las funciones estén bien definidas. Para un primer entrenador tener un cuerpo técnico de confianza es vital, porque muchas veces te sientes muy solo y tener al lado gente de su plena confianza es muy importante. Después, a la hora de distribuir el trabajo lo tenemos bastante bien definido, aunque son gente ambiciosa y a veces quieren hacer más cosas. Yo estoy muy satisfecho con el trabajo de todos”, señaló con orgullo el míster barcelonista.

Ortega, junto a Igropulo, Svensson y Rosell

Ortega, junto a Igropulo, Svensson y Rosell / DAVID RAMÍREZ

En este sentido, el andaluz se define como un técnico al que le gusta tener ayudante que se atrevan a cuestionarlo sin olvidar tampoco cuál es la jerarquía y quién debe tomar las decisiones en última instancia. “A mí me gusta escuchar a todo el mundo, porque tengo claro que ocho ojos ven más que dos. Por otra parte, cuando pienso que no tengo que tocar nada o que no estoy equivocado, que a veces también pasa (sonríe), pues les digo que no. La última palabra siempre la tengo yo y creo que debe ser así”, concluyó el míster del Barça.