Oriola, el 'pegamento' perfecto para Saras

Sin alardes, el Barça logró el jueves su cuarta victoria seguida ante el Real Madrid (76-81) para reafirmar el liderato en la Euroliga y meter en problemas a los blancos. “No hemos jugado un gran partido, pero los clásicos hay que ganarlos”, esgrimió Jasikevicius tras el duelo.

Mirotic apareció en el poste y taponó de forma espectacular a Deck en la jugada clave del encuentro, Kuric anotó en momentos importantes y Calathes regaló varias canastas (al igual que ‘Nico’ y Higgins), la clave del triunfo estuvo sin duda en Pierre Oriola.

Decisivo

Dotado de una motivación innata que le permite ser intenso independientemente de lo que juegue, el de Tàrrega ha visto cómo aumenta su importancia desde la llegada de Saras y anteayer se convirtió en un martirio para las huestes de Pablo Laso.

Abierto como si de un alero se tratase para sacar al ‘gigante’ Tavares, Oriola tuvo el día desde el perímetro para anotar tres triples de cinco intentos y ser el máximo anotador del partido con 18 puntos.

Además, ello no le impidió cargar los aros para erigirse una vez más en el mejor ejemplo de aquella mítica frase de Svetislav Pesic sobre la proporcionalidad inversa entre “los coches que se tienen en el garaje” y “la intensidad con la que se pelea por los rebotes”.

Y es que el campeón mundial con España atrapó seis (dos de ellos en ataque) y fue el máximo reboteador del equipo, además, de dar una asistencia y de recibir dos faltas. Por si fuera poco, consiguió mantener bastante a raya a Tavares cuando le tocó emparejarse con él.

'Comodín'

Desde su llegada al Barça justo después de ganar la Liga Endesa con el Valencia Basket en 2017, Oriola ha personificado la garra y la entrega por unos colores por lo que siente devoción desde niño. “Me gusta ese rol, pero creo que soy algo más que eso”, afirmaba en una reciente entrevista con SPORT.

Y no le faltaba razón. Tras la marcha de Tomic y los problemas de Pustovyi, el catalán se ha fajado actuando como ‘falso cinco’, jugando adentro-afuera como el ‘cuatro’ que es o actuando como teórico ‘tres’ como ante el Madrid. Es el ‘pegamento’ perfecto del Barça.