Un cambio de ciclo más para Simeone

El argentino afrontará un verano lleno de movimientos en el que se presume una nueva revolución en la plantilla

Simeone pide calma a sus futbolistas

Simeone pide calma a sus futbolistas / Martin Meissner

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Como ocurrió en 2019, con las salidas de Diego Godín, Filipe Luis, Juanfran Torres, Lucas Hernández y Antoine Griezmann, el decimotercer proyecto de Diego Simeone al frente del Atlético de Madrid expresa otro cambio de ciclo, con la salida de Stefan Savic o Mario Hermoso, capitales en la Liga ganada en 2021, de la que quedan siete jugadores, con el futuro de Thomas Lemar, Ángel Correa o Saúl Ñíguez en duda.

Todo pendiente siempre de la oferta y de la demanda del propio mercado, sólo cuatro campeones de entonces aparentan realmente hoy la continuidad la próxima temporada: el portero Jan Oblak; el defensa central José María Giménez; el capitán y centrocampista Koke Resurreccion y el polivalente Marcos Llorente.

Aparte de la marcha asumida ya de Hermoso, por el fin de su contrato, y Savic, con un año más de vínculo pero quien se marchará este verano por la trascendencia perdida en el once titular, la duda persiste, casi como cada uno de los últimos veranos, en torno a Thomas Lemar, Saúl Ñíguez y Ángel Correa.

Las ofertas y las opciones que surjan en el mercado definirán la continuidad o la salida del equipo en este verano del internacional francés, de baja desde el 16 de septiembre por la rotura del tendón de Aquiles derecho.

También del delantero campeón del mundo argentino, más protagonista en el tramo final, con ocho duelos de inicio de los últimos nueve) que en casi todo el ejercicio. El pasado invierno se planteó su salida a Arabia Saudí pero finalmente no llegó la oferta de las cantidades que pretendía el Atlético.

El mercado también será clave para determinar el futuro de Saúl. El canterano del Atlético ha perdido todo el peso en el esquema de Simeone del que disfrutó hasta 2020, cuando era casi indispensable. Está campaña ha jugado 49 partidos pero 23 de titular; apenas dos nada más en los últimos diecisiete. Tiene contrato hasta 2026.

De aquella plantilla campeona de Liga en 2020-21, el último título ganado por el Atlético de Simeone, también es Joao Félix, cedido este último curso al Barcelona, seis meses antes al Chelsea y sin sitio aparentemente en el equipo del técnico argentino, con el que sostuvo un conflicto deportivo que parece irresoluble. Su futuro apunta fuera: cedido o vendido. Su contrato aún se alarga hasta junio de 2029.

Muchas salidas ya confirmadas

De aquel equipo ya se fueron del Atlético el portero Ivo Grbic; los defensas Kieran Trippier, Sime Vrsaljko, Renan Lodi y Felipe Monteiro; los medios Geofrey Kondogbia, Lucas Torreira y Héctor Herrera; los extremos Yannick Carrasco y Víctor Machín, ‘Vitolo’; y los delanteros Luis Suárez y Moussa Dembele.

Más allá de aquel bloque campeón, la continuidad de Álvaro Morata también es incierta. Ni siquiera su temporada más goleadora, con 21 aciertos, ni su titularidad frecuente en esta campaña, hasta el tramo final de suplencias, garantizan la permanencia del atacante, con la Eurocopa 2024 ya a la vista que encara con la capitanía de la selección española.

La hoja de ruta en ataque, a la vez, pasa por la marcha de Memphis Depay, cuya eficacia goleadora está fuera de toda duda, también sus cualidades, con 13 tantos en 1.400 minutos, pero cuyas lesiones musculares han sido un lastre desde que fichó en el invierno del pasado curso por el Atlético. Ha estado 206 días de baja en año y medio.

También se va seguro Gabriel Paulista. Fichado en el último mercado de invierno para suplir la salida de Caglar Soyuncu y Javi Galán, con contrato tanto solo hasta este próximo 30 de junio, su fallo en la derrota por 2-0 contra el Cádiz lo relegó a un papel insustancial, con cinco encuentros jugados de los 20 disponibles. Tan solo uno de los últimos once.

Once más

Como Oblak, Koke, Llorente y Giménez, otros once jugadores aparentan la continuidad en la plantilla, aunque con las dudas que siempre desprende el mercado: el portero Horatiu Moldovan; los defensas César Azpilicueta (renovará un año más), Nahuel Molina, Reinildo Mandava, Axel Witsel (debe renovar su contrato, que finaliza el próximo 30 de junio); los centrocampistas Rodrigo de Paul, Pablo Barrios y Arthur Vermeeren; los extremos Samuel Lino y Rodrigo Riquelme; y el delantero Antoine Griezmann.

"Cada uno de los que puedan salir todavía no ha sucedido y seguramente cuando suceda nos explicaremos mejor. Pero no tengo ninguna duda de que estos dos, tres últimos días fueron duros, porque fueron charlas con algunos de los chicos muy importantes, muy sanas, muy buenas, donde al final uno se enoja, el otro reclama, yo reclamo, el otro pide, yo pido… Pero lo que más te queda en este camino son las personas y es la relación; el poder con muchos de ellos, que el año que viene posiblemente no estén muchos o no, tener una relación extraordinaria", expuso este sábado el entrenador sobre las salidas.

Dependiendo de la cantidad de bajas, necesitaría entre cuatro y ocho incorporaciones el nuevo proyecto de Simeone. "Nosotros tenemos que buscar lo mejor que se necesita para el equipo. Hemos hablado, hemos trazado el camino que sabemos que tenemos que recorrer. Después, el club, obviamente, tendrá que trabajar y nosotros en consecuencia de las posibilidades que nos lleguen (…) hacer mejores a los futbolistas que pueden llegar al equipo", expresó el técnico al término del choque ante la Real Sociedad.

"Creo que viene un verano importante para trabajar bien y en consecuencia seguir generando lo que le pasa al Atlético de Madrid, que parezca normal ir una vez más a la Champions después de doce años, ser de los seis equipos que repiten continuamente de estar en Champions y pasar a ser el equipo que no ganaba como visitante a ser el cuarto jugando de visitante, que no está tan mal. Pero está claro que la exigencia nosotros la ponemos adelante de ustedes, la gente, el hincha. Nosotros somos los que fuimos generando que la exigencia cada día sea más alta y ahora está bien que nos la pidan, claro, porque la hemos generado. Y cuando uno genera ilusión, hay que aguantársela", abundó.