El nuevo FC Barcelona de Joan Laporta, máquina de fichajes imposibles

Ilkay Gundogan, reciente campeón de la Champions con el Manchester City es el último ejemplo de futbolista que parecía imposible que fichara por el Barça.

A pesar de la delicadísima situación económica del club, Laporta ha conseguido revalorizar una plantilla que según el propio presidente aspira a la Champions.

Laporta, con Gündogan

Laporta, con Gündogan / TV

Betfair

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Un 8 de marzo de 2021, Joan Laporta ganaba las elecciones del FC Barcelona y comenzaba así su segunda etapa como presidente del club. El recuerdo de aquellos años gloriosos, primero con Ronaldinho y Fran Rijkaard y después con Guardiola y Messi, y, sobre todo, la promesa de que renovaría al astro argentino, convencieron a los socios culés e hicieron que el entonces candidato se impusiera con holgura a los otros dos aspirantes, Víctor Font y Toni Freixa.

Con su habitual optimismo, Laporta repetía una y otra vez en sus discursos que volvería a colocar al Barça en la élite del fútbol europeo, y lo cierto es que (gracias a las palancas y los fichajes a coste 0 y a pesar de las dos eliminaciones seguidas en la fase de grupos de la Champions en las dos últimas temporadas) este año el Barça se encuentra entre los favoritos para levantar la Copa de Europa.

Y es que según los pronósticos de Betfair, los azulgranas parten como quintos en la carrera para proclamarse campeones de Europa con una cuota de 13€ por euro apostado, curiosamente misma que el Paris Saint Germain (PSG), y solo por detrás del actual Campeón, el favoritísimo Manchester City (cuota 3.0), el Bayern de Munich (8.0), el Real Madrid (11.0) y el Arsenal, que con los fichajes de Declan Rice y Havertz sube a la cuarta posición con una cuota de 12.0.

Buena culpa de ello tienen fichajes que, en su momento, parecían imposibles de ejecutar. Caso de Lewandowski, Koundé, Raphinha o, ahora, Gündogan. Cierto es que otros anhelos se quedaron por el camino (Güler es el último ejemplo), pero no descarta que todavía haya movimientos de campanillas. Bernardo Silva es el siguiente en la lista de estos imposibles que, por ahora, Laporta y su junta directiva están haciendo fichajes reales pese a los problemas económicos del club.

La segunda etapa de Laporta

En la actualidad el once del Barça es un once repleto de estrellas y de jugadores internacionales, pero en aquel marzo del 2021 la cosa era bien diferente. Aquel equipo entrenado todavía por Koeman, mantenía a Messi en el equipo, pero jugadores como Griezmann, Pjanic o Dembelé no rendían a buen nivel. En Liga los azulgranas terminaron terceros, por detrás del Atlético de Madrid que se proclamó campeón y del Real Madrid que terminó en segunda posición.

En Champions el PSG fue su verdugo en octavos y la temporada no terminó en blanco, gracias a que los azulgranas conquistaron la Copa del Rey goleando en la final al Ahtletic Club (4-0). Era el primer título de Laporta en su segunda etapa y el discurso del presidente volvía a ser el mismo: traer grandes fichajes y devolver al Barça a la élite del fútbol europeo y mundial.

Los cracks de Laporta

Terminaba esa temporada en la que había cogido el club en marzo y llegaba la hora de la verdad. Laporta estaba obligado a fichar para recuperar la ilusión de sus socios. Pero este primer mercado veraniego no fue así ni mucho menos. La primera bofetada de realidad llegó con la marcha de Messi al Paris Saint Germain y después llegaron los fichajes de Memphis Depay, Agüero (que meses después tendría que retirarse del fútbol tras sufrir una arritmia cardiaca, Eric García, y Luke de Jong, un descarte del Sevilla que vino en el último minuto para suplir la salida de Griezmann que se marchaba al Atlético de Madrid.

La campaña empezó de manera desastrosa, y tras una derrota en Vallecas ante el Rayo, Laporta destituyó a Koeman para traer al actual entrenador de la primera plantilla Xavi Hernández. Y en enero y a golpe de talonario, llegaron los fichajes, de una tacada, Laporta trajo a Ferran Torres del Manchester City por 50 millones de euros, y a Aubameyang procedente del Arsenal, Adama Traoré del Wolverhampton y a Dani Alves, estos tres últimos a coste 0. Con estos cuatro refuerzos, la llegada de Xavi, y la irrupción de Pedri y Gavi, el Barça consiguió su objetivo de terminar en puestos de Champions, algo que durante la temporada se llegó a poner en tela de juicio.

Y llegaron las palancas

Pero la traca llegó en el verano de 2022 con las famosas palancas (herramienta económica que desde el club bautizaron así, que consiste en vender unos porcentajes de activos del club a cambio de liquidez inmediata para acometer fichajes. Gracias a esta herramienta, y dejando el debate aparcado de que supondrá esto a la larga en la economía del club, Laporta cumplió por fin su palabra de devolver al Barça a su lugar deportivo. Este año, si, llegaron los cracks que tanto ansiaba Xavi.

Primero fue Robert Lewandowsky, que dejaba el Bayern de Munich para recalar en Barcelona por un montante de 45 millones de euros más 5 en variables, después fue el brasileño Rapinha, procedente del Leeds, 60 millones de euros, entre medias llegaron libres Kessié del Milan, Christensen del Chelsea y Bellerín del Arsenal, y remataron el verano con la llegada también de otro jugador del Chelsea, Marcos Alonso, por 8 millones de euros y con la guinda, el central francés Jules Koundé.

Koundé esperó al Barça desoyendo ofertas de la premier, y acabó firmando por el Barcelona, que pagaría al Sevilla otros 50 millones de euros más 12 en variables. De esta manera, el Barça acabaría gastando en el verano de 2022 casi 160 millones de euros. Esta inversión se tradujo en una eliminación de Champions una vez más en la fase de grupos, pero Xavi fue capaz de conducir a su equipo al título de liga.

Este verano, Gundogan se ha convertido en el último galáctico que convence Laporta para jugar en el Barça. El alemán, reciente campeón de Champions con el Manchester City, junto con Iñigo Martínez, son por el momento las nuevas piezas de Xavi para intentar conquistar la Champions, algo que ya ha pedido su presidente, Joan Laporta.

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