Lunin vuelve a la sombra, pero agiganta su cartel

El portero ucraniano del Real Madrid ha sido una de las buenas noticias del equipo blanco en estos meses de lesiones, ausencias y problemas.

Lunin apura su tiempo en el Real Madrid

Lunin apura su tiempo en el Real Madrid / Efe

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A Andriy Lunin, portero del Real Madrid, se le ha acabado la ‘fiesta’. Al menos eso parece atendiendo a lo que su entrenador, Carlo Ancelotti, ha dejado claro durante sus ruedas de prensa. Con Kepa Arrizabalaga recuperado de sus problemas físicos, el ucraniano retornará a la sombra del banquillo de donde salió para ocupar a alto nivel la meta merengue. Lo ha hecho durante cinco partidos y a un magnífico nivel.

Tanto es así, que sólo ha recibido tres goles en esos cinco encuentros. En tres dejó la meta a cero: ante Braga, Cádiz y Granada. Media decena de partidos de buen nivel suficientes para reabrir el debate de quién debe jugar de inicio y en igualdad de condiciones, si Lunin o Kepa. Precisamente Ancelotti quiso cortar de raíz el debate con la temprana declaración de titularidad indiscutible para el guardameta vasco, eso sí, todo sin dejar de piropear a un chaval, el ucraniano, básico para que en estos partidos el Real Madrid sea más líder y, en las apuestas deportivas de Betfair, más candidato que nunca a ganar LaLiga, con una probabilidad implícita cada día mayor. Ahora es del 69%.

Un mal inicio

Su vuelta al banquillo, y de confirmarse así hasta el final de temporada, será un nuevo giro agridulce para la carrera de Lunin que, desde que llegó al Real Madrid, no sólo ha tenido que vivir a la sombra de gigantes (Courtois, Keylor Navas, Kepa…), sino que no ha gozado de suerte en las distintas aventuras allende La Castellana que ha probado. La primera, apenas firmó por los blancos, cuando tenía sólo 19 años y el Real Madrid había invertido siete millones de euros por su incorporación.

Los blancos lo cedieron al Leganés cuando los pepineros estaban aún en Primera División y, pese a que parecía claro que sería el titular, el entonces técnico de los madrileños decidió apostar por Pichu Cuéllar como su arquero de referencia. Lunin, molesto con aquello, trató de salir en el mercado invernal rompiendo una cesión que el Leganés no quiso concluir. El resultado fue un año raro, sin apenas minutos y con el enfado del mismo Real Madrid. Un año después se repitió caso: Lunin buscó destino en Valladolid, en Primera, pero Sergio González, ahora en el Cádiz, tampoco le dio minutos. La diferencia es que entonces los pucelanos sí aceptaron romper el contrato para que Lunin pudiera hacer camino, esta vez en Segunda. El Oviedo lo incorporó y, ahí sí, jugó todo: 20 partidos que dejaron el poso de ser un buen portero… pero aún con poco espacio para el primer equipo de todo un Real Madrid.

Opciones de futuro

Pálpito que ha ido dejando en las siguientes tres temporadas, ésas en las que apenas ha jugado 17 partidos repartidos de manera muy desigual: doce disputó el curso pasado, cuatro el anterior y sólo uno el previo a aquél. Esta vez, sin embargo, lleva jugado más gracias a las lesiones de sus compañeros. Oportunidades que él mismo ha sabido aprovechar para demostrar que, a sus ahora 24 años, puede ofrecer mucho más de lo que de él se pensaba. Aún así, pese a este escenario, su futuro es incógnita.

En verano en Madrid daban por seguro que se querría ir, pero finalmente se quedó en parte por la lesión de Courtois, pero también por decisión personal. Un apuesta que entonces parecía arriesgada y que ahora, sin embargo, se antoja buena viendo que, en el escaparate del Real Madrid (uno de los más gigantescos del mundo) ha sabido ‘vender’ sus cualidades como portero de élite. El resultado, con todo, no cambia la lógica que se supone será la que domine su situación dentro de unos meses, cuando se abra la ventana estival de traspasos.

Verle hacer las maletas rumbo a otro equipo no sería nada descabellado para este portero que tiene contrato con el Real Madrid hasta 2025 y que podría dejar alguna cantidad económica en las arcas merengues. El club, entre tanto, sigue alimentando el talento de su cantera para los guardametas con la opción abierta de ejercer también la recompra de Kepa, ahora cedido por el Chelsea.

“Ojalá convenza al club y me pueda quedar más adelante”, afirmó el portero vasco en su presentación apenas un puñado de días después del infortunio de Courtois, el que la abrió las puertas del Real Madrid. La ventaja para Lunin es que, de salir en verano, podrá hacerlo a un proyecto de nivel, visto que, ya más asentado y maduro, la meta del equipo blanco no sólo se le ha quedado grande, sino que la ha hecho más pequeña para rivales con sus paradas y aciertos.