Doncic e Irving, ¿funciona la pareja más explosiva de la NBA?

Los Mavericks han unido a dos superestrellas de la NBA como Luka Doncic y Kyrie Irving generando muchas dudas sobre si podrán convivir.

Doncic e Irving, ¿funciona la pareja más explosiva de la NBA?

Doncic e Irving, ¿funciona la pareja más explosiva de la NBA? / SPORT

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Mark Cuban, dueño de los Dallas Mavericks y famoso por el gran riesgo que asume en sus negocios en internet, quiso trasladar a su franquicia el vértigo que asume en sus operaciones en la vida profesional. El empresario vio una oportunidad de mercado y a cambio de 'dos peniques' consiguió a un Kyrie Irving que había pedido salir a toda costa de los Brooklyn Nets.

El base es uno de los jugadores más talentosos y desequilibrantes de toda la NBA cuando está centrado, cosa que la mayoría del tiempo no sucede. Irving, sin ir más lejos, fue el autor intelectual de una de las victorias más increíbles que se recuerdan en unas finales de la NBA, remontando un 3-1 en contra frente a los Warriors allá por 2016.

Irving también ha sido un pirómano desde entonces por culpa de unas creencias que hacen pensar que algo no va como debería en su cabeza. Terraplanista convencido, antivacunas y recientemente salpicado por escándalos antisemitas, el jugador de 30 años tiene un cartel de conflictivo que difícilmente podrá borrarse en lo que le queda de carrera. Él tampoco ha eludido este cartel incluso perdiendo el apoyo de muchos patrocinadores.

El jugador amenazó a Brooklyn con irse gratis este verano si no le ofrecían un contrato máximo de salario de la NBA y el equipo decidió traspasarle a unos Dallas Mavericks donde estará unos meses en periodo de prueba. Los tejanos no tiene nada que perder en una operación en la que lo único que esperan es que no influya para mal en un Luka Doncic que quería a otra estrella a su lado, aunque la compatibilidad entre ambos sea compleja.

De momento, mal

El hecho es que Irving ha llegado a Dallas en busca de un contratazo y espera convencer para obtenerlo. Por el momento, las cosas no han ido nada bien para el jugador cuando ha coincidido con Doncic, aunque la muestra es todavía muy pequeño. Con los dos en pista, los Mavs no han conocido el triunfo en dos partidos.

Especialmente sangrante fue el final de partido contra los Sacramento Kings, que hizo que Dallas ni pudiese lanzar el último tiro para ganar el choque mientras Irving y Doncic se pasaban el balón amagando. Suponemos que fue por intentar no desagradar al otro, pero esa imagen demuestra que la compatibilidad todavía se encuentra en vías de desarrollo.

Se trata de dos jugadores que amasan mucho el balón en las manos y que utilizan el dribbling para desbordar a sus rivales. Evidentemente las dudas sobre su compatibilidad residen en que sólo hay un balón en la cancha y que ambos lo necesitan mucho tiempo en sus manos para generar ventajas en el ataque. Además ninguno destaca por ser muy voluntarioso en defensa.

La hora de la verdad llegará en las próximas semanas cuando se vea si Dallas puede conseguir una buena posición en el Oeste y reeditar las finales de Conferencia que alcanzó la pasada campaña. Resulta previsible pensar que si los Mavericks no igualan dicho resultado no renovarán a Irving, pero también cabe la duda de si Doncic decidirá sobre su futuro.

Doncic es el que manda

El esloveno es la piedra angular y el futuro del equipo tejano, como demuestra el estratosférico contrato que firmó en verano de 2021 y que le compromete con el equipo hasta 2027 a razón de 220 millones por cinco temporadas. Doncic ejercerá de César en el futuro de un Irving que puede explotar en cualquier momento.

Dallas Mavericks ganó su primer y único anillo en 2011 tras vencer de forma sorprendente a los Miami Heat de LeBron James. Es un club que nunca ha escatimado en dinero para atraer estrellas, pero también es cierto que dentro de un clima de estabilidad que Irving no da. Dirk Nowitzki, su jugador más ilustre, se pasó dos décadas en el equipo convirtiéndose en el mejor jugador de la historia de Europa.

Irving puede estar ante su último tren para enderezarse como superestrella de la NBA. El jugador sabe que, si no consigue convencer, empezará un camino como estrella sin rumbo en busca de un anillo. Tiene múltiples espejos donde mirarse como demuestran las carreras de contemporáneos suyos All-Stars como Russell Westbrook o John Wall.