Si no deja de ganar, ¿por qué Nadal no es número 1?

La hegemonía de Rafael Nadal en este 2022 es indudable. Ha jugado tres torneos y los ha ganado todos. Ha disputado 15 encuentros y los ha ganado todos. Es su mejor inicio de temporada de siempre y está a solo dos partidos de igualar los mejores arranques de Pete Sampras y Roger Federer, que alcanzaron las 17 victorias seguidas en 1998 y 2018, respectivamente.

Además, no pierde un set desde el segundo de la final de Australia contra Daniil Medvedev. Es decir, lleva trece parciales seguidos a su favor.

Y pese a todo esto, Nadal es cuarto del ránking, a 2.000 puntos de Medvedev, que lo liderará hasta mínimo el 21 de marzo, cuando pierda sus puntos del ATP 250 de Marsella. ¿Y por qué está Nadal tan lejos? La respuesta es sencilla. Nadal no jugó prácticamente nada tras perder en Roland Garros en 2021. De junio a diciembre solo jugó en Washington, donde amasó 45 puntos por ganar un partido. Es decir, Nadal no defiende nada en la segunda parte de 2022. Esto es muy buena indicación si quiere volver al número uno.

Pero Nadal no tiene en el punto de mira el número uno, porque eso implicaría jugar más torneos de los que tiene programados. Igual que Federer y Djokovic, Nadal pone su objetivo en los Grand Slams, que son los torneos más importantes, el resto, que llegue lo que tenga que llegar, pero no tiene intención de forzar.

Además, Medvedev, el gran aspirante a mantenerse en esa primera posición, tiene un gran margen de mejora en la gira de arcillla, donde solo defiende 460 puntos entre Roma, Madrid y Roland Garros. En el caso de Nadal, el balear defiende 2580 por las victorias en Roma y Barcelona, además de las semifinales en París y los cuartos en Montecarlo y Madrid. El escenario no es sencillo para el español.

El tercero en discordia es Djokovic, pero, con su negativa a vacunarse, está por ver dónde podrá jugar el serbio.

La buena noticia para Nadal es que lidera cómodamente la carrera a Turín con 2750 puntos, lo que prácticamente le asegura estar en el torneo de Maestros a final de año, una cita que se perdió el año pasado por la lesión en el pie.