¡No acaricies a un gato desconocido! Estas pueden ser las consecuencias

Este gesto tan cotidiano puede tener fatales consecuencias 

Las razones por las que no debes acariciar a un gato desconocido

Las razones por las que no debes acariciar a un gato desconocido / SPORT.es

Los gatos, junto con los perros, son los animales que más encontramos en los hogares españoles. Y es que estos felinos tienen comportamientos muy característicos que causan fascinación para muchas personas.

Uno de los impulsos que primero tenemos al ver a un gato es acercarnos a acariciarle y darle mimos, pero este gesto no siempre es beneficioso tanto para el animal como para nosotros. La médica veterinaria Karla Carpio explica las razones.

Es importante detectar si un gato desconocido quiere que le acaricies. Para ello tenemos que saber qué posturas nos alertan para tomar distancia y por qué a veces es mejor evitar tener contacto con mascotas que no están familiarizadas con nuestra presencia.

Hay que comprender que muchos de los comportamientos de estos gatos se deben a que se comportan como presas, por su tamaño, y piensan que cualquiera puede llegar a ser un depredador. "En consecuencia, esto les puede generar miedo y provoca que se escapen o traten de defenderse, reaccionando de manera violenta", explica Karla.

"Ahora, si la persona se acerca a una mascota que no es la suya, debe estar segura de que no tenga ninguna enfermedad, porque al acariciar a un gato desconocido podría llevar una patología a su propio felino”, aclaró la experta.

De acuerdo con Karla, el riesgo más grande sería que la incomodidad del gato, al ser tocado, genere un accidente por mordedura. Esto se debe a que la mayoría de los gatos les gusta que les toquen en lugares específicos, de hecho, a la mayoría les disgusta sentir caricias en la barriga.

Con este tipo de agresiones, los felinos pueden transmitir enfermedades a las personas. Se debe ser más precavido si el gato está en situación de calle, porque allí el gatos expone a muchas enfermedades que pueden transmitir a las personas.

Para saber si un gato quiere ser tocado hay que fijarse en su cola, si la mascota alza su cola de forma recta hacia arriba y arquea un poco el lomo nos estará dando permiso. Pero, cuidado, si el gato arquea el lomo por completo, pone sus orejas hacia atrás y eriza su piel, quiere decir que el gato pasó de la tranquilidad al temor.