Degenkolb se proclama 'Rey en el Norte'

John Degenkolb, vencedor de la París-Roubaix en 2015, se impuso en la novena etapa del Tour por delante de Van Avermaet y Lampaert, terceto de cabeza que se formó en los últimos kilómetros del día.

Los adjetivos se quedan cortos para describir lo vivido camino a Roubaix. La llegada al 'Infierno del Norte' no decepcionó y ya desde los primeros compases empezó a segar el recorrido de los ciclistas. Richie Porte y José Joaquín Rojas se iban al asfalto antes de iniciar los quince tramos de pavés. Retirada para ambos.

No tardó en formarse una fuga, con el magullado Omar Fraile de Astana como representación española. El grupo, que llegó a ser de diez corredores, fue neutralizado a 20 kilómetros de meta, cuando las fuerzas ya escaseaban. Cada tramo de adoquines era una caja sorpresa. Pinchazos, caídas, revolcones por la arena.

Una montonera en el quinto sector de pavés provocó el primer gran corte. Nibali, Rigoberto Urán y Adam Yates se vieron afectados y se pegaron un sofocón para conectar con los de delante. La peor parte se la llevó Romain Bardet. El ciclista galo, podio en las dos últimas ediciones del Tour, se levantó con el pie torcido y sufrió hasta tres averías en su bicicleta que, pese a todo, no le hicieron perder tiempo en meta. Su equipo, el AG2R, hizo un esfuerzo titánico para con su jefe de filas y en los últimos kilómetros se aprovechó del trabajo de Movistar.

No se salvaron de besar el asfalto hombres importantes de la general. Chris Froome se enganchó con un compañero de equipo y se fue al suelo, aunque Sky pudo solventar la situación. Y Mikel Landa perdió el control de su bicicleta cuando se hidrataba. El de Murgia llegó a perder más de un minuto respecto a los hombres de la general, aunque entró a cola de pelotón en meta junto a Romain Bardet, que se había unido a ellos en una de sus numerosos infortunios.

Rigoberto Urán fue el peor parado. El colombiano perdió 1:28 en Roubaix.