Una jornada que puede condicionar la Liga

Parece increíble que podamos decir que en un sábado de mediados de noviembre esté en juego media Liga. Pero esto es exactamente lo que sucede hoy, con dos desplazamientos clave, a solo 23 kilómetros de distancia, de Barça y Madrid en Leganés y en el Wanda respectivamente. No es euforia, sino sencilla matemática: el equipo de Valverde puede estar hoy antes de la medianoche a diez o más puntos del conjunto de Zidane. Tras esta jornada quedarán todavía 26 jornadas (¡26!) una enormidad que no permite dar todavía la Liga por resuelta. Sin embargo, una distancia tan abismal, en la que harían falta cuatro (¡4!) partidos para absorber la diferencia, obligarían al Madrid a ir a remolque el resto del torneo. Y una distancia de este calibre marcaría sin duda el clásico del 23 de diciembre, que se convertiría directamente en un ‘match ball’ para el equipo blanco. Normalmente los campeonatos ligueros se deciden a partir de febrero, con la Copa resuelta y la Champions encarada, pero el pésimo inicio blanco obliga al Madrid a transitar por el abismo en un mes donde lo normal es que no se decida nada. Al mismo tiempo, nada hay más peligroso que dar por muertos a los blancos antes de tiempo, porque si hay un equipo capaz de transformar una crisis en una gesta este es el Real Madrid. Sin ir más lejos, la pasada temporada los de Zidane sirvieron en bandeja la Liga a los blaugranas empatando en este mismo derbi y dos horas después el Barça se ‘suicidaba’ con una derrota fatal en Málaga que terminaría siendo decisiva. El equipo de Valverde, pues, debe concentrarse en hacer los deberes, seguir con este ritmo de apisonadora y aumentar todavía 

más la presión hacia el Madrid, que puede ver cómo arranca el partido del Wanda a -11. Pase lo que pase, es demasiado temprano para dar la Liga por decidida, pero no lo es para que quede 

condicionada.