Lo dejan tres nadadoras

Anna Tarrés se enfrenta a un motín

No es oro todo lo que reluce. La natación sincronizada española se enfrenta a un triste episodio de denuncias

Redacción

Tiene un nombre y un prestigio, que se ha ganado a pulso. Nadie pone en duda la capacidad de mando de Anna Tarrés, bajo cuya batuta la natación sincronizada española ha alcanzado los mayores éxitos de su historia.

Su trayectoria está jalonada por nueve medallas de plata y tres de bronce en los Europeos, dos cuartos puestos olímpicos en Atenas'04 y dos platas en Pekín'08. Hace apenas un mes, la Federación Española de Natación le renovó su contrato hasta los Juegos de Londres'2012.

Sin embargo, tres de sus componentes han decidido poner tierra de por medio y han abandonado la concentración permanente del equipo en el CAR de Sant Cugat. Aducen diferencias irreconciliables con la entrenadora y cuestionan sus métodos de preparación.

Este diario trató ayer de ponerse en contacto telefónico con la preparadora pero resultó de todo imposible. Tres componentes del equipo decidieron abandonar la concentración: "nos grita y nos insulta", explicó una de ellas. La más beligerante es Cristina Violán: "He aguntado mucho. No estoy de acuerdo con que se obtengan resultados a costa de otras prácticas", señaló.

Según Cristina, los gritos, los insultos y las faltas de respeto son una constante. Laura López, otra de las chicas 'amotinadas', regresó el lunes a su casa de Valladolid: "Me siento liberada", dijo.

Pretende seguir con los entrenamientos en el equipo de toda su vida: "Hay cosas que me ha dicho (Anna) que prefiero no recordar".

Paola Tirados, que fue la que destapó la 'caja de los truenos', remitió un escrito a la Federación Española a principios de año, en la que exponía sus quejas. El texto fue remitido al CSD y al COE. A raíz de dicha carta, se le abrió un expediente a Tarrés. Las aguas bajan revueltas en la 'sincro' española.