Opinión

¿Por qué todo es tan complicado?

Xavi Hernández y el presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, anuncian el nuevo acuerdo para que Xavi sea el entrenador del primer equipo para la próxima temporada.

Xavi Hernández y el presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, anuncian el nuevo acuerdo para que Xavi sea el entrenador del primer equipo para la próxima temporada. / Jordi Cotrina

Una confesión para empezar: quien escribe estas líneas tampoco entiende nada. El entrenador Xavi Hernández decidió no seguir en enero porque el equipo no ganaba y cambió de opinión en abril después de que siguiera sin ganar. Mientras, en las mismas fechas, el presidente Joan Laporta decidió aceptar su propuesta de dimisión diferida y buscar un nuevo entrenador pero acabó cambiando de opinión y aceptando su continuidad en la famosa noche del sushi. Hoy, apenas un mes después de aquel sainete, se hace difícil saber dónde estamos porque el presidente calla y porque, cuando habla Xavi, se hace muy difícil reconocer el universo del que habla.

La película del día de la ratificación de Xavi -24 de abril- empezó con una junta directiva apuntando hacia la no continuidad del técnico y acabó con el sí de Deco y de Laporta. La semana que viene las cosas se van a hacer al revés: primero habrá reunión de la comisión deportiva y después, tras el informe del director deportivo, otra de la Junta para decidir. Da la sensación de que éste es el camino adecuado. Entonces, ¿por qué no se hizo así desde el principio? ¿Por qué todo es tan complicado en can Barça?

La relación personal entre ambos confundió la realidad en enero y también en abril y da la sensación de que el presidente Laporta ha buscado una nueva fórmula para separar los dos ámbitos y poder tomar libremente la decisión. Xavi deberá esforzarse mucho porque ni Deco ni la Junta parecen muy predispuestos a su continuidad.

El duelo de versiones de los entornos evidencia que, en caso de alargar la relación, en la jornada dos de la próxima temporada todo va a volver a saltar por los aires. Cuestión de (des)confianza: cualquier mini-tropezón va a provocar una nueva crisis. ¿De verdad el presidente azulgrana va a volver a respaldar a un técnico en el que no confía? ¿De verdad el entrenador del Barcelona va a aceptar seguir en el cargo en estas condiciones? ¡Cuánto han echado ambos de menos a Cruyff! Con él de asesor, Joan Laporta, en su primera etapa -2003-2010-, jamás echó a un entrenador y tanto Frank Rijkaard como Pep Guardiola disfrutaron de los consejos de Johan para hacer crecer sus proyectos. Ahora, tras tres años de segundo mandato -desde marzo de 2021-, el presidente ya ha destituido a Ronald Koeman y quizás, pronto, a Xavi.

Con Hansi Flick loco por venir y Rafa Márquez opositando desde el filial, el técnico de Terrassa podría dirigir por última vez al Barça el domingo que viene, en Sevilla. Repetimos: podría, porque en la locura de este momento es imposible sentenciar.