El nuevo Valencia quiere dar guerra

Con la llegada del magnate Peter Lim al Valencia, el conjunto ché ha vivido uno de sus episodios más caóticos de los últimos veranos. El primer episodio fue la destitución de Juan Antonio Pizzi y el nombramiento a dedo por parte del nuevo propietario del club de Nuno Espírito Santo. El portugués trae como credenciales haber metido al Río Ave en las finales de Copa y Copa de la liga portuguesa.

Tras su aterrizaje en la ciudad del Túria, llegaron las incorporaciones, en calidad de cedido, del delantero Rodrigo y del guardameta Yoel. El club ché fichó también a Shkodran Mustafi (8) y André Gomes (15), una de las mayores promesas del fútbol portugués. Además, Nuno reforzó la zona atacante con el fichaje del extremo Rodrigo de Paul (4,80) y la zaga con la adquisición de Lucas Orbán (3,50). Sumado a todo esto, el Valencia recuperó a Nicolás Otamendi tras su periplo con el Atlético Mineiro y subió del filial a José Luis Gayà, que se perfila como el lateral izquierdo titular y a Carles Gil.

Bajan del barco valencianista: Jérémy Mathieu, que dejó 20 millones de euros en las arcas del club gracias a su traspaso al Barça; Éver Banega, traspasado al Sevilla (2,5); el lateral Juan Bernat, que puso rumbo a la Bundesliga, en concreto, al Bayern de Münich (10) y Vicente Guaita, que aterrizó en el Getafe libre de traspaso. Además, Nuno no contará la próxima temporada ni con Víctor Ruiz ni con Míchel, cedidos al Villarreal y al Getafe, respectivamente.

Cambio de aires con cierto aroma a Jorge Mendes que asusta. Nuno es la solución apropiada para Lim en el enésimo proyecto de cambio del Valencia. Fórmula portuguesa que puede acabar resultando caótica.