Le han puesto la cruz por su discreto rendimiento esta temporada

A la caza de Ozil

La directiva madridista ha empezado a atacar al centrocampista alemán y le acusan de ser un juerguista

A. Alcázar

El club madridista le ha puesto la cruz al centrocampista alemán Mesut Ozil. Cansados de su discreto rendimiento desde que empezó la temporada, los directivos madridistas no desaprovechan ninguna oportunidad para mostrar su disgusto y en privado reprochan al jugador su falta de profesionalidad. La prueba más evidente de la complicada situación que atraviesa el internacional alemán es la cacería en su contra que se montó en la tradicional comida navideña que el club madridista organizó el pasado miércoles.

En los diversos corrillos improvisados que se formaron durante el acto el nombre de Ozil estuvo en boca de diversos directivos madridistas. Varios dirigentes rajaron de lo lindo en `petit comité¿ delante de los periodistas e incluso alguno admitió que la situación de Ozil empieza a recordar demasiado a la que vivió en su momento el holandés Wesley Sneijder, que finalmente acabó traspasado al Inter de Milán después de haber admitido públicamente que durante su estancia en Madrid se aficionó a las discotecas.

La directiva madridista piensa que Ozil tiene el mismo problema que el holandés y considera que su vida nocturna y sus problemas sentimentales le están influyendo negativamente y le están impidiendo rendir al mismo nivel que la pasada temporada. De aspirante a Balón de Oro, como algunos madridistas profetizaron nada más verle con la camiseta blanca, ha pasado a repudiado. El alemán deberá aplicarse mucho en los próximos meses si quiere evitar que el Madrid le ponga precio y le coloque en el escaparate a final de temporada.

Hay que recordar que Ozil ha perdido también el apoyo de su técnico, José Mourinho. El portugués le señaló directamente tras el clásico como responsable del primer tanto y unos días antes se mosqueó de lindo con el alemán tras verle haciendo el gesto universal de `está loco¿ dirigido a él en el banquillo del Amsterdam Arena.

La directiva madridista está empezando a filtrar a la prensa la vida de crápula que lleva el internacional alemán como represalia por su escaso rendmiento. Ozil no es el único jugador de la plantilla madridista que frecuenta la noche madrileña, aunque a los demás juerguistas no se les delata ante la prensa. Con Ozil, en cambio, la veda está abierta.

El partido de mañana ante el Sevilla servirá para comprobar el nivel de enfado de Mourinho respecto al centrocampista alemán. De estar Kaká en buena forma, no habría duda. A Ozil sólo le está salvando últimamente que el centrocampista brasileño tampoco está atravesando precisamente su mejor momento. Se pudo comprobar también en el partido de Copa ante la Ponferradina.