Espanyol: Una derrota para reflexionar

Las buenas sensaciones que había dejado el debut del Espanyol en el Sánchez Pizjuán han dado paso muy pronto al escepticismo y al recelo en torno a la potencial real de la plantilla de Quique Sánchez Flores. 

La goleada encajada en el derbi frente a un Barça inspirado y, sobre todo, la derrota en casa ante el Leganés han abierto unos cuantos interrogantes que ponen en duda el sistema de juego, el nivel de aclimatación de los refuerzos y si Quique encontrará un once titular definido.  

Estas tres primeras jornadas han venido a confirmar que al Espanyol todavía le falta efectividad en ataque y le sobra porosidad en la zona de contención. Son, a día de hoy, las principales causas por las que el equipo blanquiazul aún no ha conseguido despegar. Un punto de nueve posibles le sitúa en el vagón de cola y, aunque todavía es pronto para la preocupación es síntoma de que a esta plantilla aún le falta rodaje. 

Quique no ha dado aún con el equipo-tipo que desea, bien porque varios de sus futbolistan están saliendo de lesiones o bien porque los nuevos fichajes necesitan todavía tiempo de adaptación. 

El parón liguero ha permitido al entrenador comenzar a recuperar piezas pero en el Camp Nou quedó patente que aún es pronto para que todas ellas alcancen su máximo rendimiento. 

En el derbi, debutaron en esta Liga Víctor Sánchez, Sergi Darder, Hermoso y Didac Vilà y todo apunta a que la próxima jornada, ante el Celta, el técnico madrileño remodifique sus planteamientos  para tratar de revertir la situación. 

Es muy probable que Diego López, ya en plenitud física, recupere su condición de portero titular, a pesar de que el rendimiento de Pau López ha sido elevado. 

El cuarteto defensivo se acercará más a la idea inicial de Quique Sánchez Flores, con Víctor Sánchez y Aarón en los laterales y David López y Sergio Sánchez, en el eje. Hermoso emerge como primera alternativa después de que frente al Barça pasara por delante de Naldo.  

El objetivo del técnico es ganar contundencia, la que faltó en los cuatro primeros goles que encajó en el Camp Nou, y solucionar desajustes que provocaron el error colectivo en el gol del Mantovani que supuso la derrota ante el Leganés o el del sevillista Lenglet por falta de atención en un córner. 

Las lagunas defensivas no son, sin embargo, el único causante del deficitario arranque del Espanyol. La falta de gol es preocupante pero es más inquietante que el centro del campo no genere fútbol suficiente. El que marcó Baptistao en el Pizjuán, en una acción personal, es un pobre bagaje ofensivo en 270 minutos. Con el tridente Baptistao-Gerard-Piatti fuera de toda duda, Sergi Darder, que le ha ganado el sitio a Jurado, llega para aportar la clarividencia atacante que le ha faltado al equipo en estas tres primeras jornadas.