Cuadrado decide el clásico de Italia con un zapatazo

Italia también tiene su particular ‘clásico’, el Derby d’Italia que enfrenta a Juventus e Inter. Una ‘Vecchia Signora’ de récord, que ha logrado ganar 27 partidos seguidos en la liga italiana, ante unos renacidos ‘neroazzurri’.

Después de la tempestad, Stefano Pioli había llevado la calma al Inter en forma de siete victorias consecutivas. La emoción estaba más que asegurada y los primeros compases del choque dieron fe de ello.

El partido era totalmente de ida y vuelta. Dybala, en el minuto dos, avisó con un zurdazo marca de la casa que sacó Handanovic, Gagliardini respondió también con la izquierda. Mientras, Icardi aguantaba bien los duelos con Chiellini y Bonucci, Cuadrado lograba desmarcarse de D’Ambrosio.

Joao Mario rozó un palo, a Higuaín se le desvió un lanzamiento y Mandzukic estuvo a punto de abrir el marcador de cabeza. El Inter leyó bien el partido hasta que, al filo del descanso, Cuadrado recogió un balón dejado sin peligro aparente y, desde fuera del área, lanzó un cañonazo hasta la red interista.

Un jarro de agua fría para los de Pioli, que comenzaron la segunda parte habiendo dejado buen fútbol pero en desventaja. Handanovic, en una gran noche, evitó el 2-0 de Pjanic al minuto 54.

Con la tranquilidad de la ventaja, la Juve se acomodó en defensa, resguardando la meta de Buffon y, así, al Inter le costaba mucho más encontrar espacios para poner el empate. Eso no quita que los ‘bianconeri’, con un excelso Dybala, pusieran peligro a la contra y llegasen a tener incluso más ocasiones que los de Pioli, que redujeron sus opciones a un par de acciones de Icardi o Perisic.

El encuentro acabó con Perisic expulsado en el descuento e Icardi junto a Pioli discutiendo con el colegiado una vez pitado el final. El gol de Cuadrado decidió, pero el Inter mostró una gran cara, lejos de aquella de principios de temporada, con muy buenas actuaciones de Icardi, Brozovic, Joao Mario y el joven Gagliardini.