¿Por qué San Mamés es hostil con Andrés Iniesta y Neymar?

San Mamés es uno de los pocos estadios donde Iniesta es increpado

San Mamés es uno de los pocos estadios donde Iniesta es increpado / Valentí Enrich

Esther Blasco

Esther Blasco

El estadio de San Mamés es uno de los campos de la Liga en los que se vive el fútbol con mayor intensidad y pasión. Las visitas del FC Barcelona al feudo vasco, tanto al antiguo como al nuevo, han estado tradicionalmente rodeadas de un gran ambiente. Sin embargo, en los últimos años, esa pasión se ha convertido en hostilidad y crispación hacia dos de los máximos estandartes del equipo catalán, Andrés Iniesta y Neymar Jr.

Este jueves, cuando el Barça visite el estadio del conjunto bilbaíno, el capitán azulgrana y el brasileño se volverán a encontrar con una afición que les espera preparada con un buen repertorio de pitos, cánticos e incluso insultos.  

La animadversión hacia estos dos azulgranas no es nueva. En el caso de Iniesta se remonta a 2010 por una doble circunstancia. Por un lado, la afición del Athletic, con un arraigado sentimiento independentista, no perdona al manchego que fuera el autor del gol que dio el Mundial de Sudáfrica a España. Pero no es el único motivo de los pitos hacia el jugador.

Ese mismo año, Iniesta estuvo a punto de ser cazado por Amorebieta durante un partido en el viejo San Mamés. El jugador vasco entró con los dos pies en plancha sobre el manchego, quien esquivó de milagro los tacos del defensa. Aún así, el colegiado Mateu Lahoz expulsó al central, provocando la indignación de las gradas. 

una lambretta que todavía escuece

El caso de Neymar es algo más reciente. Se remonta a mayo de 2015, en la final de la Copa del Rey, cuando el brasileño intentó una de sus habituales filigranas, ante la defensa bilbaína, con el partido ya sentenciado (1-3).

El brasileño intentó hacer un sombrero acrobático a Bustinza, quien frenó a Neymar con un empujón fruto de la impotencia de ver cómo se escapaba el título. Los ánimos se calderaron y se formó una buena tangana a continuación.

A pesar de que Ernesto Valverde aseguró meses después que aquella acción ya está olvidada, las gradas de San Mamés siguen teniendo muy presente la jugada.