Sorprendente revelación

El día en el que Vítor Baía pudo morir en el Barça

El que fuera meta blaugrana entre 1996 y 1998 desvela que poco antes de la final de la Recopa de Rotterdam estuvo entre la vida y la muerte

Albert Masnou

Han pasado más de quince años y es ahora cuando Vítor Baía acepta sacar del baúl de los recuerdos un episodio que estuvo a punto de costarle la vida. Sucedió en su primera temporada en el FC Barcelona, al que llegó de la mano de Bobby Robson. El equipo estaba en la fase final de la temporada, a las puertas de disputar la primera final del curso, la Recopa de Europa que se jugó en Rotterdam contra el PSG el 14 de mayo de 1997. A ese equipo le pasaron muchas cosas en la intimidad del vestuario y las concentraciones... "¡Qué recuerdos me trae este hotel!", decía Laurent Blanc hace dos meses en una reciente visita a Barcelona con motivo de un acto promocional de Nike mientras miraba en dirección a las habitaciones del Juan Carlos I. "Muchas cosas que jamás podré contar, pero muchas cosas", agregaba.

Y, como decíamos, Baía también tiene alguna que contar: "Tuve mucha mala suerte pero también la fortuna de tener personas capacitadas a mi lado como Ángel Mur, Jaume Langa o Fernando Baños. Yo tenía una infección detrás de la oreja, como un furúnculo, y me dieron penicilina para que me bajara la infección y así poder jugar sin molestias esa final. Yo ya había tomado en anteriores ocasiones penicilina, pero el problema es que lo que me dieron tenía también un analgésico llamado procaína, del que yo soy alérgico. Inmediatamente después de tomármelo, entré en estado de shock anafiláctico y tuve convulsiones. La suerte es que ellos tres fueron muy rápidos y me dieron cortisona en el acto. Fue una suerte porque si no me hubiera podido morir allí mismo".

El guardameta agrega que "ellos -Mur, Langa y Baños- no tenían la culpa. Me pidieron si era alérgico a la penicilina y les dije que no. De lo otro ni hablamos. De la procaína nadie sabía absolutamente nada...".

El portugués recuerda, sin embargo, que "pese a todo ello, pude jugar el último partido de Liga y la final de la Recopa, aunque tengo que admitir que ese día en Rotterdam no las tenía todas conmigo. Aún estaba afectado por ese espasmo que me dio. Por suerte todo quedó un susto muy grande, pero solo un susto".

Baía jugó ese partido y cerró su participación en él dejando la portería a cero. El FC Barcelona se proclamó campeón tras ganar por la mínima gracias a un gol de Ronaldo desde el punto de penalti.