CHAMPIONS LEAGUE 2016/2017: FC BARCELONA - CELTIC

André Gomes, la solución perfecta

El portugués debutó en Champions League con la camiseta del FC Barcelona jugando en tres posiciones diferentes

andre-gomes

andre-gomes / sport

TONI FRIEROS

Cuando Robert Fernández dijo en la presentación de André Gomes que el centrocampista portugués era un jugador polivalente, sabía lo que decía. Ha bastado un partido, el primero del ex valencianista con la camiseta del Barça en la Champions League, para que el barcelonismo descubriera que tiene a un "jugador para todo". Ha sido uno de los ocho cambios introducidos por Luis Enrique respecto al último partido de Liga frente al Alavés.

El campeón de Europa con Portugal empezó el duelo ante el Celtic en la posición que tradicionalmente viene ocupando Andrés Iniesta. Sus inicios fueron tímidos, viéndose rápidamente que su misión principal no estaba precisamente en la construcción ni en el juego ofensivo, que también, sino más bien, y principalmente, en mantener la posición para que el centro del campo no se descompensara, guardando las espaldas de Jordi Alba, que prácticamente jugaba de extremo izquierdo. En ese periodo, Gomes se esforzó en presionar, en recuperar balones y en asociarse con sus compañeros. No tuvo reparos en pisar el área y estrelló un disparo en el cuerpo de un jugador escocés en una ocasión de gol que tuvo.

Luis Enrique consideró oportuno dar descanso a Rakitic, aquejado de un golpe y con una tarjeta amarilla. La entrada de Iniesta trajo consigo que André Gomes se desplazara a la zona derecha, donde había estado el croata. En su línea, de juego fácil, sin complicarse la vida, la nueva contratación azulgrana solamente perdió un balón, como le había ocurrido en el primer tiempo.

La última 'sorpresa' llegó a los 60 minutos, cuando Rafinha reapareció en Champions después de un año para dar descanso al omnipresente Busquets. Aunque Luis Enrique dijo que seguramente Sergio es el jugador que menos sustitutos tiene, apostó nuevamente por André Gomes para subsanar esa circunstancia, demostrándose que el portugués tiene un registro tan amplio, un repertorio tal que puede ser la solución perfecta para cualquier contratiempo. Aunque Gomes casi nunca jugó de pivote en el Valencia, ni en la selección portuguesa, cuajó una actuación muy completa, jugando para el equipo, presionando, robando y asistiendo, demostrando dos cosas: un gran poderío físico y una fuerte personalidad.