El dolor difuso de espalda se ha convertido en una pandemia del siglo XXI en todos los países desarrollados, constituyendo un problema sanitario de primera magnitud. Las estadísticas no sólo dicen que 8 de cada 10 españoles han sufrido o sufrirán dolor de espalda, sino que describen una problemática y prevalencia en la población que va a más.
El 80% de la población padecerá lumbalgias en alguna etapa de su vida más activa (entre los 30 y 55 años de edad). Representa el primer motivo de invalidez antes de los 45 años, responsable de una de cada tres bajas laborales y de un gasto para el sistema sanitario en EEUU de 80 millones de dólares anuales. Solo con observar nuestro entorno vemos que la lumbalgia tiene una gran trascendencia debido a sus grandes repercusiones económicas y sociales asociadas, ya que, entre otras cosas, se ha convertido en una de las primeras causas de absentismo laboral.
¿Qué entendemos por lumbalgia?
La lumbalgia o lumbago se define como la sensación dolorosa circunscrita al área de la columna lumbar, teniendo como efecto una repercusión en la movilidad normal de la zona debido al dolor.
Un dato inquietante. Cuando se habla de dolor lumbar inespecífico o lumbalgia inespecífica, se refiere a aquel proceso de dolor lumbar en el cual no se puede determinar la causa que lo produce. Aproximadamente un 90% de los casos no presenta ningún tipo de lesión demostrable, sino una asociación entre factores musculares y psicosociales que generan conductas de evitación, miedo y atrofia muscular, provocando un círculo vicioso que favorece la cronificación y la incapacidad.
A pesar de que entre los mismos profesionales del ámbito de la salud no hay un consenso sobre su etiología, se acepta que la causa de dicho malestar y dolor crónico es multifactorial: malformaciones estructurales de la columna vertebral., hábitos posturales, trabajos físicos intensos, continuados y descompensados, deporte de elite (especialmente unilaterales) o el mismo desarrollo rápido y dismétrico que caracteriza la pubertad, etc.
El reposo está contraindicado, pues debilita y atrofia la musculatura fásica y acorta la tónica, excepto cuando sea absolutamente necesario. Por el contrario, el ejercicio físico ha demostrado su eficacia a la hora de proteger contra la lumbalgia, siendo el factor profiláctico más importante.
Es imprescindible una correcta valoración de la espalda para enfocar el tratamiento de forma totalmente individualizada, e irá destinado a corregir patrones de movimiento, conseguir una buena estabilización de la zona, trabajar la fuerza (máxima y resistencia a la fatiga) y aumentar la resistencia.
A la hora de plantear cualquier programa de ejercicios para la mejora de la calidad de vida nos encontramos con una difusión de propuestas basadas en el desarrollo de tareas y ejercicios que resulta necesario explicar de manera progresiva para una mejor comprensión. Así, durante las próximas semanas publicaremos un serial sobre la lumbalgia donde exploraremos lo que dice la ciencia, tratando de describir esta patología y las principales pautas de prescripción de ejercicio físico y otros métodos curativos. Con esta información pretendemos:
- Explicar la importancia de la prevención del dolor de espalda entre la población sana.
- Pautas de mejora de la calidad de vida entre la población que sufre de dolor lumbar.
- Crear consciencia sobre la necesidad de llevar una vida físicamente activa como gran factor preventivo.
- Aumentar la resistencia a la fatiga debido a posiciones mantenidas durante largos períodos de tiempo.
- Reducir los desequilibrios anteriores/posteriores mediante el trabajo de la musculatura de la cadena anterior y posterior.
- Incrementar la autoestima y seguridad personal mediante el ejercicio físico.
- Proponer diferentes ejercicios con tal de aumentar el bienestar de las personas que sufren lumbalgia.
Me he perdido o para cuando son las “próximas semanas” en las cuales se publicara un serial sobre la lumbalgia? Gracias.