Toni Kroos es un futbolista que no pertenece a este tiempo, quizás por eso le gusta detener los relojes cuando tiene el balón en sus pies. Un jugador que, en lo más alto de su carrera, se retirará, obviando finales que le serían impropios, como Arabia Saudí o EEUU. Por eso no quería una despedida especial, pero el madridismo, que ya ha visto cómo leyendas se iban por la puerta de atrás, quiso brindarle un homenaje a su altura en el último partido en el Bernabéu. Un 0-0 ante el Betis marcado por la precaución de los madridistas y el protagonismo verdiblanco.

El Bernabéu despide a Kroos como una leyenda y el once de Wembley no pasa del empate (leer noticia)