Desconectarse en campos como Vallecas no acostumbra a traer buenas noticias. Estaba avisado el Barça tras su funesta experiencia en Butarque. Y a punto estuvo de repetirse la historia de no ser por un final tan enigmático como uno de sus protagonistas: Ousmane Dembélé. Con el francés nunca se sabe. Ayer marcó el tanto que animó la remontada cuando más disperso y desafinado parecía. Minutos antes una pérdida suya había propiciado el segundo gol del Rayo. Pero salió a flote con su talento. Con un golpeo espectacular que empató el encuentro para que luego Suárez rematara al Rayo en el minuto 90. Un desenlace en el que ocurrieron muchas cosas en muy poco tiempo. Una remontada in extremis de nuevo con Suárez, pichichi y líder espirtiual, en estado de gracia. Y sin Coutinho, sustituido en la recta final, a la espera de que dé un paso adelante cuando llegan la adversidades.

Resucitan en Vallecas (leer noticia)