El Barça estrenó la pretemporada con una derrota frente a un Arsenal mucho más rodado que puso de manifiesto alguna de las carencias que sigue habiendo en la plantilla y que desde el club se trabaja, pese a las limitaciones económicas, para subsanarlas. El de Los Ángeles fue solo un primer ensayo que, además, vino condicionado por el brote de gastroenteritis, felizmente superado pero que pudo mermar la condición física de varios de los futbolistas. La pretemporada está para cargar pilas y probar nuevas cosas, pero también para sacar las primeras conclusiones. Y a nadie se le escapa que faltan refuerzos.

La primera conclusión: faltan refuerzos (leer noticia)