Papá Nadal, a por un París-Bercy que se resiste

Es la primera vez que Rafa Nadal se separa de su hijo. Un momento duro que todos los padres y madres han vivido con la vuelta al trabajo, pero así es la vida. El mallorquín lo asume con naturalidad y, haciendo gala una vez más de su pragmatismo, explicó cómo resuelve su añoro: “Es positivo tener las videollamadas porque puedo ver al pequeño todas las veces que quiera, algo que las otras generaciones no podían hacer. Se hace menos duro. Es interesante ver cómo después de solo tres semanas de conocerlo, empiezas a echarlo de menos”.

Rafa, que definió como “un cambio muy distinto” al hecho de ser padre y que necesita “un tiempo para adaptarse”, ha vuelto por fin a la competición después de casi tres meses desde su último partido oficial.

El mallorquín jugó por última vez en los octavos de final del US Open donde perdió ante un excelso Frances Tiafoe el 6 de septiembre y desde entonces se retiró unos días de las pistas para estrenar paternidad. 

Título que le falta

Este miércoles vuelve a un escenario donde en toda su carrera nunca ha logrado levantar el título. El masters 1000 de París-Bercy es de los pocos torneos que a Nadal, que ostenta 92 títulos en su palmarés, siempre se le ha resistido: “París me trae, obviamente, excelentes recuerdos (Roland Garros), aunque es cierto que este torneo (Bercy) no me ha dado muchas cosas positivas”, recordó. 

Desde que llegó a la final en 2007, en los inicios de su carrera donde perdió ante el argentino David Nalbandian (6-4 y 6-0), el manacorí ha llegado como máximo a semifinales, lo ha conseguido en cuatro ocasiunes, en un Masters 1000 que se ha perdido hasta en once ocasiones, la última el año pasado. 

París Bercy se disputa en pista rápida e indoor, dos aspectos que no favorecen el juego de Nadal, pero aún así, buscará el título hasta el último momento y explicó las claves para conseguirlo: “Necesitas estar con confianza y jugar agresivo. Es una superficie en la que, si no sacas bien, es lo más difícil. Necesitas tener automatismos como este -el saque-, porque con unos cuantos errores, no ocurre como con la tierra batida donde tienes tiempo para recuperar. Si pierdes tu saque, tienes un gran problema”.

En juego el número uno

Si Nadal alzase el título en París, recortaría distancia con Carlos Alcaraz e incluso le podría arrebatar el número uno si al murciano le eliminaran en octavos de final. Pero este apunte es algo que no preocupa al balear y quiso dejarlo claro en la rueda de prensa anterior a su debut: “Que quede una cosa clara, ya no luco por el número uno, solo lucho para ser competitivo en todos los torneos que disputo. Hace tiempo que luchaba para serlo y ya lo logré”. 

Debut contra Tommy Paul

Nadal conoció este martes a su rival en el debut en París Bercy, programado no antes de las 19.30 en la pista central. El regreso a las pistas será ante el estadounidense Tommy Paul, 31 del mundo, que superó la primera ronda tras imponerse a Roberto Bautista (20) por un doble 6-4.

Rafa y Paul tan solo se han enfrentado en una ocasión en el circuito, y fue este año en el torneo de Acapulco, donde el manacorí venció por 6-0 y 7-6 (5) en partido de cuartos de final, torneo que Nadal acabó ganando en el que se convirtió en uno de los cuatro títulos que Rafa ha conquistado este 2022 junto a Melbourne, Open de Australia y Roland Garros.

Alcaraz, preparado

Por su parte, Carlos Alcaraz avisó de que “Nadal no es mi enemigo” pese a que ambos luchan por el número uno y añadió que “no lo veo de esa manera. Es cierto que Rafa está luchando por el número uno, también hay otros jugadores que tienen el mismo objetivo, así que necesito dar lo mejor de mí. Fuera de la cancha nosotros (Rafa y él) somos colegas, al menos es la forma en que lo veo”.

El murciano también debuta este miércoles en París Bercy y lo hará frente a el japonés Yoshihito Nishioka, 38 del ranking y a quien nunca se ha enfrentado. Por cierto que el murciano transita por una parte del cuadro muy complicada con Daniil Medvedev o Felix Auger-Aliassime en el horizonte, pero estos duros ‘enemigos’ llegarían a partir de cuartos de final, y de haber llegado el número 1 estaría asegurado.