Análisis Samsung QLED Q95T: Una de las mayores experiencias de cine en casa

Con el paso de los años hemos visto grandes tecnologías que han venido para quedarse dentro del sector de las televisiones, pudiendo disfrutar de todo tipo de contenido en pantallas prácticamente sin marcos y con una calidad que cada vez va a mayores. En el ámbito de las televisiones de alta gama es donde más se suele experimentar con las tecnologías más punteras. Desde hace varios meses ya podemos hacernos con televisores 8K, aunque aún no dispongamos de mucho contenido nativo. No obstante, aunque la resolución es un factor importante, existen otras características que deleitan a cierto tipo de público. Uno de ellos es el gaming, sector en el que más se han estado enfocando últimamente los fabricantes de televisores, sobre todo ahora con la llegada de la nueva generación de consolas. Hoy os traemos el análisis de la Samsung Q95T, el televisor 4K de más alta gama del momento de la compañía. Desde la firma nos han prestado este modelo muy amablemente para la realización de este artículo.

Desde que la tecnología OLED se encuentra en el mercado, han sido muchos los intentos por hacerle frente. Como bien sabéis, Samsung dispone de su tecnología QLED, tecnología de puntos cuánticos que deriva de los clásicos paneles LED. Si bien antaño la decisión estaba clara a la hora de escoger la mejor tecnología de panel para nuestro salón, Samsung ha ido trabajando fuertemente para plantarle cara a las OLED. Y es que si nos vamos a la gama alta de televisores de este tipo, es probable que el tipo de retroiluminación que nos encontremos en los paneles LED sea de tipo Full Array. Pero antes de entrar en materia, os dejamos una tabla con las especificaciones detalladas de la televisión en cuestión.

DISEÑO

En términos de diseño, cuando nos vamos a la alta gama de televisores, usualmente se apuesta por paneles lo más finos posibles, con esquinas muy pronunciadas, elegancia sin igual y materiales rígidos en la parte trasera. Con la Q95T el diseño no decepciona, encontrándonos con un marco robusto en su perfil de aluminio y plástico en la parte trasera para no engrosar los más de 33kg que pesa esta televisión (su versión de 65 pulgadas) con la peana incorporada. Y ya que hablamos de la peana, se trata de una mastodóntica pieza de metal rígido que la única sensación que nos puede transmitir es la de que el televisor no se caerá jamás de ahí.

Sin embargo, uno de los puntos negativos cuando hablamos de retroiluminación Full Array, es que el grosor de la televisión aumenta en pro de una retroiluminación de calidad. Y es que el hecho de “casi transformar” una televisión LED en OLED tiene su precio. En este caso, vemos que el grosor es considerable, aunque sus ángulos de aluminio hacen que siga luciendo elegante.

Este modelo en cuestión, dispone de todas sus entradas de vídeo, audio, USB y demás de manera externa a través de un cajetín aparte, conectado a la televisión mediante un cable de fibra. Los surcos para pasar el cable por detrás de la televisión permitirán hacer un poco de cable management para que no tengamos los cables tirados por detrás.

El mando a distancia sigue sin cambios, siendo el mismo que el que podemos encontrar en otras televisiones QLED de Samsung. Con su diminuto diseño y elegancia, el mando dispone de botones de acceso directo a plataformas como Netflix, Prime Vídeo y Rakuten, variando en la región que estemos. Además, también presenta el ya conocido control por voz, pudiendo invocar a Bixby o Alexa para acceder a los comandos de voz de la televisión.

UN PANEL PREPARADO PARA TODO LO QUE VENGA

La Samsung Q95T dispone de un panel VA con retroiluminación FALD (Full Array Local Dimming), donde la podemos encontrar en tamaños de 55, 65 y 75 pulgadas. El hecho de que disponga de un panel de tecnología VA, significa que el ratio de contraste es mucho más alto que en los paneles IPS, encontrándonos negros más profundos, aunque se pierda calidad en la imagen cuando el ángulo de visión es mayor (algo que no pasa en los IPS). Así pues, se trata de una televisión idónea si en el espacio que ocupe la vayamos a ver lo más de frente posible. Además, el hecho de que cuente con retroiluminación FALD, hace que el televisor disponga de muchos más puntos de luz por todo el panel, beneficiando la atenuación local. De esta manera, uniendo esta tecnología con el algoritmo de Samsung, la retroiluminación se activará en más zonas alrededor de objetos brillantes, causando menores destellos. Con un ratio de contraste de hasta 10528:1 según el portal Rtings, cuando lo combinamos con la atenuación local de Samsung, obtenemos un televisor con negros muy profundos y los más parecidos que encontraremos a las pantallas OLED. Sin embargo ha habido casos, en los que al estar disfrutando de escenas bastante oscuras en películas o series, la atenuación local fallaba en algún que otro punto, dejando zonas con negros profundos, y otras tantas grisáceas debido a la retroiluminación.

EXPERIENCIA EXCEPCIONAL

Como cabe esperar, en este televisor nos encontramos con la última versión del sistema operativo Tizen de Samsung, obteniendo una experiencia francamente fluida, y con añadidos muy interesantes. Además, las opciones de configuración de imagen y sonido son muy variadas, pudiendo modificar multitud de parámetros para satisfacer nuestra experiencia. Todo hay que decir que la imagen que se aprecia de serie es más que adecuada, pero recomendamos utilizar el modo Película para la visualización de contenido en 4K HDR, y desactivar todas las opciones de interpolación de imagen para disfrutar del contenido lo más cercano posible a la intención del autor. Además, una de las entradas HDMI que dispone del televisor es eARC, la cual nos permitirá pasar el audio de nuestros equipos externos de alta fidelidad mediante el mismo HDMI, siendo compatible con Dolby Atmos y Dolby Digital.

Sin embargo, uno de los puntos negativos de esta interfaz es la publicidad. Y es que Samsung sigue introduciendo banners publicitarios en los menús de sus televisiones. Aunque sabemos que se trata de una medida para abaratar los costes de fabricación, siempre cabe mencionarlo ya que a veces resulta molesta.

En el caso del visionado de películas, series y esta clase de contenido audiovisual, obtenemos unas imágenes espectaculares, y una precisión de colores más que decente sin una configuración previa. Como hemos especificado antes, la Q95T dispone de varias certificaciones HDR, entre ellas HDR10, HDR10+ y Quantum HDR 2000. Lo cierto es que la televisión alcanza un brillo de hasta 2000 nits, siendo más que suficiente para la visualización de contenido HDR en su máximo esplendor.

PREPARADO PARA LA NUEVA GENERACIÓN

Una de las últimas adiciones para los televisores de alta gama, es su bajísima latencia y tiempos de respuesta cuando el modo juego está habilitado. Esto son motivos de más para captar la atención de todos los jugones, más ahora con la nueva generación de consolas. Habiendo probado su rendimiento en juegos, podemos concluir en que se trata de una televisión más que excelente para disfrutar de videojuegos en todo su esplendor. Y es que entre los cuatro puertos HDMI que disponemos, uno de ellos es una entrada de HDMI 2.1, capacitada para el juego en 4K a 120Hz y con VRR (Variable Refresh Rate), beneficiando su funcionamiento con FreeSync. Para disfrutar de tal tasa de refresco a esa resolución, necesitaremos de una fuente compatible con HDMI 2.1. Por el momento, son las nuevas RTX 3000 de NVIDIA y las recientemente anunciadas AMD Radeon RX 6000 las que serán capaces de llegar a tales cotas en este tipo de televisiones. No obstante, las consolas de nueva generación tales como Xbox Series X y PlayStation 5 también permitirán la entrada a esta señal, aunque dependerá de cada juego y sus desarrolladores en alcanzar los ansiados 4K 120Hz.

La Samsung Q95T dispone además de opciones de interpolación de imagen también para juegos, nombrada en este caso Game Motion Plus. Esto permitirá que aquellos juegos que se ejecuten normalmente a una tasa de 30 frames, puedan notarse más fluidos mediante esta tecnología. No obstante, este tipo de opciones se suele dejar a preferencia personal, ya que hay personas a las que no les gusta el efecto que produce.

CONCLUSIÓN

En definitiva, la Samsung Q95T es una televisión 4K altamente capacitada para todo tipo de entornos y situaciones. Su alto contraste, aunado con las tecnologías de Samsung y su compatibilidad con HDMI 2.1 para tasas de hasta 120Hz con VRR a dicha resolución, hacen que se trate de un panel espectacular también para el disfrute de videojuegos. El visionado de contenido en HDR produce colores sensacionales y el hecho de que la televisión alcance tales cotas de brillo, hace que se pueda colocar en todo tipo de entornos.