Análisis NVIDIA RTX 3080: potencia y tecnologías elevadas al máximo exponente

La nueva generación está a la vuelta de la esquina, aunque parece que los usuarios de PC han comenzado algo antes. Y es que tras la presentación de las nuevas tarjetas gráficas de NVIDIA, todo el mundo lo tenía claro: nos encontramos ante una generación de gráficas potentísimas, y a un precio que nadie esperaba. Nuestra idea con este artículo es la de contaros nuestra experiencia con la RTX 3080, la cual NVIDIA nos ha dejado para análisis muy amablemente. Y es que tras varias semanas de uso, teníamos bastantes ganas de contaros nuestro veredicto con esta tarjeta gráfica. No sin antes hablaros primero de sus especificaciones y tecnologías que incluye.

NVIDIA ha lanzado al mercado la generación definitiva de tarjetas gráficas para jugar a 4K. Durante su evento de presentación, la compañía mostraba imágenes donde comparaba el rendimiento de las RTX 3000 con las de la pasada generación. El momento clave fue desde luego, cuando expusieron que la RTX 3070 ofrecía un rendimiento similar e incluso más veloz que la RTX 2080Ti, y a menos de la mitad del precio por el que se puso en venta la última mencionada. De ahí partía el rendimiento que nos podían ofrecer estas nuevas tarjetas gráficas. Y dado nuestro interés por la tecnología, no nos pudimos resistir a querer probar una de estas tarjetas.

AMPERE ENTRA EN JUEGO

La NVIDIA RTX 3080 es la joya de la corona para el juego en 4K. Con 8.704 núcleos CUDA, una frecuencia acelerada de 1.710 MHz y 10GB de memoria VRAM GDDR6X, esta tarjeta gráfica, aunada con las tecnologías de NVIDIA y su software, son la elección más que definitiva para todo el que quiera disfrutar de los videojuegos desde lo más alto. Y es que las RTX serie 30 incluyen la arquitectura Ampere, la cual viene actualizada con la segunda generación de núcleos RT para trazado de rayos con el doble de rendimiento, y la tercera generación de núcleos Tensor enfocados en mantener la precisión mientras se acelera el rendimiento mediante IA. Comparando esta nueva GPU con la serie anterior de tarjetas gráficas, NVIDIA ha prometido el doble de rendimiento con la RTX 3080, en comparación con la RTX 2080. Esto hay que clarificarlo, ya que esto solo pasa en ciertos casos (como jugar a Quake II con RTX o Minecraft con RTX), sobre todo en aquellos que hacen uso de Vulkan y DirectX 12. A pesar de ello, NVIDIA ha dado un salto más que notable entre ambas generaciones.

UN DISEÑO POCO CONVENCIONAL

Una de las peculiaridades que ha dado de qué hablar entre la comunidad del PC, ha sido el diseño por el cual desde NVIDIA se han decantado. La RTX 3080 ofrece un diseño de doble flujo axial. Con esto se ha querido obtener el máximo rendimiento térmico posible sin tener que comprometer la acústica del sistema. La tarjeta dispone de dos ventiladores, uno en la parte delantera, y otro en la parte trasera. Esta disposición de los ventiladores, permite que el ventilador delantero empuje el aire caliente de las abrazaderas para un mayor enfriamiento hacia la parte trasera, y el ventilador de la parte trasera extrae el aire a través de la tarjeta, y lo expulsa por la parte delantera del chasis de la gráfica. Además, en cuanto a opciones de salida, la RTX 3080 ofrece tres DisplayPort y un HDMI. No obstante, el cambio más destacado en cuanto a su diseño, además de los ventiladores, es el nuevo conector de 12 pines. La RTX 3080 consume 320W de potencia, siendo recomendado disponer de una fuente de 750W o más. En la propia caja de la gráfica, se incluye un adaptador de 2x 6+2 pines a 12 pines. De hecho, los fabricantes de fuentes de alimentación ya se están preparando para incluir este nuevo estándar en sus productos, para no tener así que usar el adaptador en las builds.

RENDIMIENTO SIN PRECEDENTES

Durante estos días, hemos tenido la oportunidad de probar la tarjeta gráfica con un buen puñado de juegos exigentes. Y es que hemos colocado la RTX 3080 en un sistema que combina una placa base MSI B450 GAMING PLUS, una CPU Ryzen 5 2600 y una memoria RAM de 16GB DDR4 y funcionando a una frecuencia de 3.200 MHz. Si bien no se trata de una build 100% libre de cuellos de botella, el propósito de esta review era también el de remarcar que esta tarjeta gráfica también puede ser una buena incorporación en caso de que dispongamos de un sistema algo anticuado pero sólido. También hemos podido realizar pruebas en un equipo con un procesador Intel i7 4770k. Y es que aun existiendo este cuello de botella, no nos ha imposibilitado jugar a títulos exigentes a 4K y a una muy buena cantidad de fps. No obstante, solo podríamos recomendar la compra de esta tarjeta gráfica y con similares especificaciones, en caso de que estemos a medio camino de ir mejorando nuestro sistema, ya que el rendimiento logrado se puede adquirir en otra tarjeta gráfica de una serie anterior.

Explicando nuestras condiciones de testeo con la RTX 3080, pasamos a hablar ahora de los benchmarks obtenidos. Entre los títulos a los que hemos jugado, destacan dos de ellos: DOOM Eternal y Assassin’s Creed Odyssey. Quisimos dedicarle un espacio a Crysis Remastered también, pero dada su “peculiar” optimización, hemos pensado que quizás no le haría justicia a la gráfica para sacar nuestras conclusiones. La gráfica se ha comportado francamente bien tanto en el juego de id Software como en el de Ubisoft. Y es que nuestra RTX 3080 ha alcanzado los 300fps jugando a una resolución de 1080p y mediante un monitor de 144Hz, mientras que Assassin’s Creed Odyssey ha alcanzado los 80fps a la misma resolución. En cuanto a 4K, ha sido una auténtica gozada jugar a DOOM Eternal a dicha resolución y con todo maximizado, alcanzando los 170fps.

TECNOLOGÍAS DEL PRESENTE Y DEL FUTURO

No podíamos concluir este análisis sin contar las bondades de la tecnología DLSS 2.0 de NVIDIA, la cual ha hecho mella en la industria. Y es que esta tecnología permite aumentar nuestro rendimiento en juegos, incluso con el ray-tracing activado. Mediante Deep Learning y aprovechando la potencia de esos Tensor Cores, esta tecnología nos permite maximizar nuestra configuración gráfica y resolución, obteniendo un mayor rendimiento. Para ello, DLSS ofrece imágenes en las que renderiza solo la mitad de los píxeles en pantalla, y utilizando inteligencia artificial, consigue ofrecer imágenes muy nítidas y con la posibilidad de disfrutar de los juegos compatibles con esta tecnología a mayores resoluciones.

Otro de los avances que ha proporcionado NVIDIA junto al lanzamiento de esta nueva serie de tarjetas gráficas ha sido NVIDIA Reflex. Con el objetivo de disminuir las latencias de juego, esta tecnología usa diversas optimizaciones en la GPU para ofrecer una ventaja en cuanto al tiempo de respuesta. Esto sumado a una pantalla con una alta frecuencia, suponen herramientas muy útiles para maximizar nuestro rendimiento en juegos competitivos y acercar la experiencia hacia la dependencia exclusiva del factor humano.

CONCLUSIÓN

En definitiva, la RTX 3080 es el pináculo del juego en PC hasta el momento (eso sin contar la RTX 3090, orientada a los más entusiastas del sector). A un precio bastante competitivo, nos ofrece una serie de tecnologías y avances que siguen empujando los límites a nivel computacional. Si bien es cierto que NVIDIA ha causado demasiada expectación al respecto, a pesar de ello, esta tarjeta gráfica cumple con los propósitos para los que ha sido diseñada: elevar al máximo la experiencia gaming en PC.