La estrategia "a prueba de bombas" de la Superliga contra la UEFA

El proyecto de la Superliga está parado, pero en ningún caso muerto. Y menos teniendo en cuenta que las últimas sentencias judiciales han dado la razón a sus promotores y han prohibido a la UEFA cualquier tipo de sanciones o amenazas. Hace unos días, sin ir más lejos, ‘Der Spiegel’ informó que los impulsores, con Barça, Real Madrid y Juventus al frente, están trabajando con Flint, una empresa de marketing y relaciones públicas afincada en Londres, para determinar los próximos pasos a seguir.

Según el medio de comunicación alemán, la compañía citada está preparando un documento titulado ‘Allanando el camino hacia la Superliga: estrategias para la reconstrucción, el reinicio y el triunfo’. La planificación que se está confeccionando  será “a prueba de bombas” contra la UEFA y su actual monopolio. Fuentes de la competición no han confirmado ni desmentido la noticia a este diario. Desde los miembros fundadores se guarda un silencio absoluto mientras, como ya han reconocido públicamente, siguen trabajando en un proyecto ambicioso e innovador.

De la nueva estrategia de la Superliga se puede adivinar que estará basada en la prudencia y en la calma. La precipitación no fue una buena aliada en el momento de anunciar y explicar la competición al mundo del fútbol. Más allá de los defectos de forma y fondo que pudiera haber, se produjeron errores comunicativos que no se quieren repetir. Lo demuestra el hecho de que los organizadores han optado por salir de la primera línea mediática incluso cuando las decisiones judiciales han legitimado sus intenciones.

Esto no significa, sin embargo, que Barça, Madrid y Juventus hayan flexibilizado su firme posición. Al contrario. Este verano, siempre que ha sido preguntado por el asunto, Joan Laporta se ha manifestado en la misma dirección: “El proyecto sigue vivo. No pediremos perdón por querer ser dueños de nuestro destino”. El presidente azulgrana, de hecho, se reunió con Florentino y Agnelli en Barcelona a principios de agosto. El proyecto, poco a poco, tira para adelante. Y, a nivel formal, ninguno de los 12 fundadores lo ha abandonado.