Una sangría defensiva que no cesa

Como ante Granada, Alavés, Amberes, Mallorca, Girona, UD Las Palmas... el Barça volvió a encjar muy pronto

Xavi pide disculpas a la afición

El Real Madrid golea a los azulgranas en la final de la Supercopa

Joan Represa

Xavi Canals

Xavi Canals

Martínez Munuera y Soto Grado, desde la sala VOR, pusieron la puntilla concediendo un penalti inexistente por un piscinazo de Vinicius ante Ronald Araujo justo después de que Robert Lewandowski metiera de nuevo en la final al Barça con un golazo de volea, pero la Supercopa de España se escapó por la fragilidad defensiva del conjunto blaugrana. Una fragilidad defensiva que se está convirtiendo en una losa difícil de soportar y que amenaza con convertir la temporada en un fracaso.

Vinicius castigó esa condescendencia defensiva con dos goles en tres minutos que situaron un 2-0 en el marcador cuando solo se llevaban diez de final. Dos acciones casi calcadas. Bellingham en el primer gol y Fede Valverde en el segundo tuvieron tiempo suficiente para pensar y ver los desmarques de Vinicius y Rodrygo, respectivamente. Nadie presionó arriba y la línea defensiva sufrió con tantos metros a su espalda. Una línea defensiva que, por otra parte, no está ofreciendo la rocosidad de la pasada temporada. Koundé apenas gana duelos, Christensen se ve desbordado, Balde es una sombra y Araujo, también en una versión menor, no llega a todo.

Pero la clave es que el Barça no defiende como un bloque. Ha perdido esa solidaridad que la pasada temporada le hizo mantener su portería a cero en más de la mitad de partidos (30 de 53). A estas alturas de la temporada acumulaba 14 partidos sin encajar. Ésta solo nueve.

Falta de intensidad en los inicios

Y lo más preocupante es que la dejadez y falta de intensidad con la que arranca los partidos se repite sin solución. Ir por detrás en el marcador a las primeras de cambio no es nuevo. Ante el Granada, Bryan Zaragoza anotó para los nazaries en el primer minuto, como Samu para el Alavés. Y Vermeeren, lo hizo en el minuto dos para el Royal Amberes. Muriqi para el Mallorca en el minuto ocho, Dovbyk para el Girona en el diez, Munir para la UD Las Palmas en el 12....

El Barça ha tenido que remar contra corriente en demasiadas ocasiones esta temporada y el problema es que no aprende. La primera línea no muerde como debería, la medular no mantiene junto al equipo y la defensa hace aguas. De todo ello se aprovechó el Real Madrid, que castigó una y otra vez las autopistas que la falta de intensidad y de cohesión del Barça les dejaron.

El conjunto blaugrana lleva encajados 26 goles en 20 partidos, una media que le ha dejado ya sin el primer título de la temporada y muy descolgado en la Liga, a ocho y siete puntos de Girona y Real Madrid, respectivamente.

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