"La selección se ha quedado sin mí para el Mundial. Una tragedia nacional"

"En el club no han entendido que soy una persona sensible que merece ciertas atenciones. Tengo alma de artista. ¿O nadie se acuerda ya de que, además de delantero, soy pintor?"

"Para que luego digan que soy egoísta, que solo doy problemas y que por eso ningún equipo quería ficharme. ¿Acaso el Rayo es ‘ningún equipo’? ¡Estaban locos por tenerme! ¡Si hasta se pelearon por mí a puñetazo limpio!"

Raúl De Tomás celebra un gol con el Espanyol

Raúl De Tomás celebra un gol con el Espanyol / Javi Ferrandiz

SPORT Dossier by PANENKA

Querido diario. ¿Ves como al final tenía yo razón? Te dije que iba a ser uno de los jugadores de los que más se hablaría este verano. Mi fichaje ha tenido todos los ingredientes de los grandes traspasos: no se ha concretado hasta última hora, ha sido una desgracia para el club vendedor, y el comprador ha pagado una cantidad récord.

Una operación tan compleja que ni siquiera la pudieron cerrar antes de terminar el mercado. Pero eso es algo que también les pasa a los más grandes. Como con De Gea y el Madrid, algo falló a última hora; como con Suárez y el Barça, no voy a jugar hasta enero. La selección se ha quedado sin mí para el Mundial. Una tragedia nacional. Pero sigo siendo útil para España. Concretamente para su economía. En dos meses, he pasado de costar 70 millones a valer solo ocho. Nadie se ha sacrificado tanto para luchar contra la inflación. Para que luego digan que soy egoísta, que solo doy problemas y que por eso ningún equipo quería ficharme. ¿Acaso el Rayo es ‘ningún equipo’? ¡Estaban locos por tenerme! ¡Si hasta se pelearon por mí a puñetazo limpio!

En contraste, tengo la sensación de que con el Espanyol las cosas no iban bien. No sé, eran pequeños detalles... Son señales que hay que saber detectar. Como que me tuvieran entrenando aparte... Tan aparte, que yo ya estaba en Madrid.

Como tengo una gran capacidad de anticipación, me había instalado en la capital para ahorrar tiempo. Llámalo instinto goleador. Ya no sé si he metido más goles con el Espanyol o si le he metido más goles al Espanyol. Pero la cuestión es seguir desmarcado. Y mira que en el Espanyol me sentía como en casa: ese sitio en el que estás a gusto porque puedes hacer lo que te dé la gana. Pero allí no saben tratar a las estrellas... Los jugadores top, esos tan grandes que acaban siendo unas siglas, una marca personal, merecemos un trato especial.

Y en el club no han entendido que soy una persona sensible que merece ciertas atenciones. Tengo alma de artista. ¿O nadie se acuerda ya de que, además de delantero, soy pintor? Supongo que no: con tanto lío, hace tiempo que no pinto nada.

Erre Deté