Maldito diario: Londres, 15 de agosto de 2022

Antonio Conte, durante el duelo ante el Chelsea

Antonio Conte, durante el duelo ante el Chelsea / AFP

Panenka

Querido diario. He pecado. Me gustaría con estas líneas mostrar mi arrepentimiento y jurar que no volverá a ocurrir. Qué vergüenza, delante de todas las cámaras. ¿Cómo? ¿La pelea con el impresentable de Tuchel? Para nada. Me refiero a lo de sustituir a Heung-Min Son con el marcador en contra. Porque el coreano es un trozo de pan, que si se lo hago a Cristian Romero me arranca la cabellera. No, no, es broma. El argentino solo cumplía órdenes mías con el tirón a Cucurella. Hace tiempo de mi primer injerto –mucho antes, por cierto, de que se pusieran de moda esas clínicas turcas– y me gustaría probar con un nuevo jardín en la azotea. Hoy llevo a mi centro de cabecera el mechón que me pasó Romero tras el partido, a ver qué pueden hacer con esos ricitos. La verdad es que en Londres tengo de todo. Me conozco la ciudad al dedillo (tanto como que en ella fui campeón de Inglaterra, a ver si lo logra el genio alemán) y el Tottenham es un lugar de máxima exigencia (sus dueños me pidieron títulos, les enseñé el título de entrenador y hubo acuerdo, mira si son majos). De lo que estoy seguro es que hice bien no fichando por el Real Madrid, eso sí que era una tomadura de pelo. Además, hubiera sido el cuarto club al que habría ido en el que antes entrenó Mourinho y no quiero que piensen que soy un broncas por imitación y no porque soy italiano. Lo descarté básicamente porque reencontrarme con el trote cochinero de Hazard me producía escalofríos. Y es que aunque algunos me tachen de duro e insensible, conmigo los futbolistas van como motos y muerden en la presión. Bueno, todos menos Diego Costa; este ya mordía antes de conocerme. ¿Y qué me dices, querido diario, del 3-5-2? ¿Quién lo popularizó en la mejor competición del mundo? ¿El filósofo del Etihad? ¿El rockero de Anfield? ¿El hombre que no supo sacar la mejor versión de Lukaku porque, oh, sorpresa, Lukaku me echaba de menos? Alemanes a mí. Soy mediterráneo y tengo sangre caliente, por lo que si quieres darme la mano, adelante, pero tú verás lo que se siente...

Antonio C.