El laboratorio del talento

Rosario, además de acumular talento, también acoge uno de los derbis más pasionales de Argentina, el que enfrenta a Newell’s y Rosario Central

Derby Days: El duelo entre Newell's y Rosario Central

El derbi de Rosario entre Newell's y Rosario Central

El derbi de Rosario entre Newell's y Rosario Central / @Newells

Sergio V. Jodar

A Roberto Fontanarrosa sólo lo despertaron dos veces de la siesta. La primera, cuando Argentina invadió Malvinas. En la segunda, su mujer rompió la petición del escritor rosarino, que no quería que lo molestaran después de comer, y le dijo: “‘Negro’, Maradona fichó por Newell’s”. El genial autor, hincha de Rosario Central, es sólo una de las muchas muestras de talento que engendró esta ciudad del interior de Argentina. Hasta Maradona, que fichó por el gran rival, se vio seducido por la magia de Rosario. El ‘Diego ’apenas jugó cinco partidos oficiales con la camiseta de Newell’s y sólo marcó un gol en un amistoso que Leo Messi, con seis años, presenció desde la grada. Porque, claro, Messi también es rosarino. Y Menotti. Y Bielsa. Y Di María. Sólo con los deportistas de esta ciudad, que fue un importante puerto del país, podría explicarse la historia de Argentina. También en la cultura, como demuestran Fontanarrosa y el cantante Fito Páez, otro hincha de Rosario Central. El músico resumió a la perfección la magia que guarda la ciudad: “Rosario es un misterio, se concentra mucha gente con talento”.

Perteneciente a la provincia de Santa Fe, Rosario, además de acumular talento, también acoge uno de los derbis más pasionales de Argentina, el que enfrenta a Newell’s y Rosario Central. El origen de ambos está relacionado con Inglaterra. Rosario Central nació en la Nochebuena de 1889, como Central Argentine Railway Athletic Club. El nombre se lo pusieron los obreros ingleses que trabajaban en el país. 14 años después, exalumnos del Colegio Comercial Anglo Argentino crearon Newell’s, bautizado así en honor a Isaac Newell, fundador de la escuela. Enseguida se disputó el primer partido entre ellos, lo que otorga al clásico rosarino el honor de ser el derbi más antiguo del fútbol argentino.

El palmarés favorece a Newell’s. Mientras que Rosario Central ha levantado cuatro títulos ligueros, su rival ha conquistado dos más. Su época dorada la vivió entre 1988 y 1992, cuando ganó tres ligas y alcanzó dos veces la final de la Libertadores. En la última, el entrenador de Newell’s era Marcelo Bielsa, uno de los símbolos de la institución. Según contó en El Gráfico Fernando Gamboa, uno de sus futbolistas, Bielsa le preguntó qué estaría dispuesto a sacrificar para ganar el clásico rosarino. Ante las dudas del jugador, el ‘Loco ’tomó la palabra: “Si me tengo que cortar un dedo por ganar el clásico de mañana, me lo corto, total, me quedarán cuatro”.

El clásico rosarino es pasión. Pero ya se sabe que, a veces, el reverso de la pasión es la violencia. Algunos sostienen que la intensidad de un Newell’s-Central supera incluso la de un Boca-River. Eso lo convertiría también en el partido más peligroso de Argentina. En cada encuentro, el Gobierno municipal pide paz, prudencia y civismo. El problema es que los enfrentamientos no sólo los protagonizan ‘barrabravas’, sino también hinchas comunes. No ayuda tampoco el contexto de la ciudad, que en los años 30 se la conocía como la Chicago argentina por los continuos sucesos policiales. Según datos oficiales, la provincia de Santa Fe siempre está en los puestos más altos del país en cuanto a homicidios.

El partido que no se jugó

El clásico rosarino más importante, que marcaría la rivalidad e incluso el sobrenombre de ambos, fue uno que no llegó a disputarse. En los años 20, el Hospital Carrasco de Rosario organizó un partido amistoso a favor de los enfermos de lepra. Newell’s se presentó al encuentro, pero Rosario Central rechazó la invitación. La negativa sirvió a Newell’s para bautizar a los jugadores de Rosario Central como ‘Canallas’, mientras que estos argumentaron que, si tanto interés tenía Newell’s en jugar, sería porque estaban enfermos de lepra. Y se quedaron con el apodo de los ‘Leprosos’.

Ha habido muchos partidos míticos. Un 9-0 de principios de siglo. O el único enfrentamiento en Libertadores, que cayó del lado de Rosario Central. Aunque ninguno tiene la mística del celebrado el 19 de diciembre de 1971. Ese día se disputó un clásico sobre el que se basa uno de los cuentos de Fontanarrosa, nombrado con la fecha del encuentro. El relato, que trascendió al deporte, es uno de los más famosos de la literatura latinoamericana. El del viejo Casale, ese en el que el escritor dice que un día de clásico “la ciudad era una caldera, prendías un fósforo y volaba todo a la mierda”. Es lo que tiene un Newell’s-Rosario Central. Cuando se enfrentaban, era el único día que Fontanarrosa perdonaba la siesta.

Newell’s-Rosario Central

  • ROSARIO: 32°57’27’’S 60°38’22’’O
  • Población: 1.342.619 habitantes
  • País: Argentina
  • Distancia entre estadios: 6,1 km: del Marcelo Bielsa (42.000 espectadores) al Gigante de Arroyito (45.465 espectadores)
  • Hat-trick de consejos:
  • CÓMO LLEGAR: Para volar directamente a Rosario, sólo podrás hacerlo desde Madrid. Otra opción más flexible es volar a Buenos Aires, desde ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia, y tomar un tren o un autobús que te llevarán a Rosario en cinco horas.
  • QUÉ VISITAR: El Monumento Histórico Nacional a La Bandera es el lugar más emblemático de Rosario. Consta de una torre de 70 metros, con mirador en la cima, el Patio Cívico y una cripta en homenaje al general Belgrano, ideólogo de la bandera argentina.
  • DÓNDE SALIR: Dicen que el bar El Cairo es el corazón de Rosario. Aquí era fácil encontrarse al escritor Roberto Fontanarrosa, que pasaba horas de tertulia. Inaugurado en 1943 y reformado en 2004, ha quedado como uno de los rincones bohemios de la ciudad.
  • Próximo partido: MAÑANA, 09.04.23 (21:30 h)